El dato más curioso es que los colegiados de la Universidad Abant Izzet Baysal, en la provincia septentrional de Bolu, no necesitaron de semillas para la producción de esta variedad ancestral. «Usamos un coleoptil, una especie de vaina protectora que cubre el brote de iza, para su producción», dijo Günce Şahin, del Departamento de Biología de la universidad, a la Agencia Anadolu (AA).

Şahin dijo que el trabajo creó una oportunidad para cultivar iza sin riesgo de enfermedad ya que la planta generaba fácilmente antioxidantes.

El iza es rico en vitaminas B1, B2, B5 y E. Nusret Zencirci, de la Universidad Abant Izzet Baysal, dijo que lograron producir un trigo de alta calidad y saludable. El iza «podría ser utilizado principalmente para elaborar bulgur, pero también en la fabricación de pan y pasta», dice.

El trigo se cultiva comúnmente en las provincias de Bolu y Bilecik, en el oeste de Turquía. Los científicos creen iza evolucionó a partir de una subespecie de Triticum monococcum, que es más conocido como trigo Einkorn.

El gobierno turco lanzó el proyecto «Semilla Ancestral» en 2019 con el que busca preservar las semillas y cultivos indígenas. El programa, defendido por la primera dama Emine Erdoğan, tiene como objetivo recolectar y almacenar semillas que no han sido modificadas para la agricultura para el propio «banco de semillas» del país.

Una de esas «semillas ancestrales» fue presentada recientemente en Konya, la zona núcleo del país en el corazón de Anatolia, que está en riesgo de enfrentar una futura sequía provocada por el riego excesivo. El trigo «Sorgül», que no necesita riego, fue sembrado en 16 hectáreas en la enorme llanura de Konya como proyecto piloto.

El sorgül, originario de Mardin, en el sureste de Turquía, puede ayudar a los agricultores de Konya a superar el riesgo de sequía, en una zona donde se cultiva el 10% de la producción agrícola del país y se utilizan unos 4.500 millones de metros cúbicos de agua para el riego.

Fuente: Bioeconomia.info - Emiliano Huergo