Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital Brigham and Women’s de Boston han confirmado que las dietas ricas en frutas y verduras ayudan a reducir el riesgo de numerosas enfermedades crónicas, entre ellas las principales causas de muerte, incluidas las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Pero además, por primera vez, han estudiado cuál es la proporción más adecuada que ha de consumirse al día de ambos productos para aumentar la calidad de vida y la longevidad.

Los expertos analizaron dos estudios en los que se había investigado a más de 100.000 adultos durante 30 años, que incluían información dietética detallada recopilada cada dos o cuatro años. Asimismo, también agruparon datos sobre el consumo de frutas y verduras y las causas de fallecimiento de 26 estudios que incluyeron alrededor de 1,9 millones de participantes de 29 países en América del Norte y del Sur, Europa, Asia, África y Australia.

La proporción ideal

El estudio concluyó que la ingesta de aproximadamente cinco porciones de frutas y verduras al día se asocia con un menor riesgo de muerte, respaldando así el mensaje de salud pública de ‘5 al día’. Asimismo, constató que comer aproximadamente dos porciones diarias de frutas y tres porciones diarias de verduras está asociado con una mayor longevidad.

De hecho, según los resultados obtenidos, en comparación con los participantes que consumían dos porciones de frutas y verduras por día, los que consumían cinco porciones de frutas y verduras por día tenían un 13% menos de riesgo de muerte por todas las causas; un 12% menos de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, incluidas enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares; un 10% menos de riesgo de muerte por cáncer; y un 35% menos de riesgo de muerte por enfermedades respiratorias, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Las verduras que más beneficios mostraron fueron las de hoja verde como, por ejemplo, espinaca, col rizada, lechuga, y aquellas frutas y verduras ricas en betacaroteno y vitamina C, como los cítricos, las bayas y las zanahorias.

La dieta mediterránea

Esta dieta es una de las principales fuentes de salud, ampliamente demostrada. “Las últimas investigaciones constatan cómo el consumo de una dieta mediterránea acompañada de ejercicio físico regular, entre 2 y 3 horas a la semana, previenen hasta un 40% el riesgo de mortalidad. En concreto, previene de enfermedades relacionadas con la salud del corazón, la diabetes, el cáncer, la depresión o la obesidad. Un abanico de bondades que le hacen ser la dieta número 1, según el último ranking de las 41 dietas globales estudiadas más saludables”, asegura el catedrático y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Lluis Serra Majem.

El estudio ha sido publicado en la revista científica Circulation.

Fuente: Freshplaza