Este lunes, en videoconferencia, el Comité Nacional de Sistema Producto Algodón, la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex) y AgroBio México presentaron el proyecto con el que quieren frenar la ilegalidad, la corrupción, las prácticas desleales de comercio, el contrabando de prendas hacia México, así como incentivar la producción y disponibilidad de semillas, para detonar la generación de 350 mil empleos directos en los primeros tres años.

Estas prácticas desleales de comercio representan pérdidas por 16 mil 500 millones de dólares (mdd) a la cadena algodón-textil, que generan más un millón 400 mil empleos en México, dijo Manuel Espinosa Maurer, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex).

Destacó que el valor de mercado textil en México es de alrededor de 25 mil millones de dólares al año y, el 66 por ciento está siendo atendido por la ilegalidad, “donde no se pagan impuestos”.

“La industria textil tiene alto impacto en el empleo, es altamente exportadora y un gran tractor para el sector agroindustrial. Este encadenamiento va desde la semilla de algodón, los agricultores, los comercializadores, fibras, hilado, tejido, teñido, acabado, confección y hasta la venta en el aparador, por eso con este programa proponemos potenciar a toda la cadena productiva nacional, sustituyendo importaciones e incrementando el contenido nacional para aumentar la oferta exportable y fortalecer el mercado interno”, puntualizó el representante textilero.

Destacó que la Industria Textil-confección aporta el 7% del PIB manufacturero nacional y es el mayor empleador de mujeres, en donde más del 70 por ciento lo agrupan mujeres jefas de familia. “El sector textil nacional tiene un plan para lograr la autosuficiencia de este insumo que consiste en aumentar la productividad de los polígonos algodoneros, y aumentar la cantidad de hectáreas en las que se cosecharía el algodón”, añadió.

Espinosa Maurer señaló que México es un destacado productor de algodón; ocupa el noveno lugar mundial con una producción de más de un millón 100 mil toneladas de algodón hueso; produce uno de cada cien kilogramos cultivados en el mundo. Aporta la fibra para la industria Textil encargada de fabricar todo tipo de hilo, tela, ropa, tapicerías; así como proveeduría a otros sectores como el médico, aeroespacial, automotriz, textiles técnicos, textiles inteligentes, entre otros.

Agregó: “La idea del programa no es pedir fondos al gobierno, solamente queremos que nos ayuden a terminar con la ilegalidad, el contrabando en la industria y acceder a las semillas de última generación. El objetivo es poder juntarnos con el Presidente para mostrar todos los datos recopilados para que el gobierno lo lance”.

Apuntó que el 2021 se ve complicado pues las afectaciones a la industria por la pandemia de Covid-19 fueron graves, ya que fueron considerados industria no esencial y tuvieron que parar, lo cual “los puso en coma”, dando pie a las importaciones ilegales o contrabando, aunado a la pérdida de casi 50 mil empleos formales, además del cierre de tiendas y cadenas formales.

Por su parte, Relbo Raúl Treviño Cisneros, presidente del Comité Nacional Sistema Producto Algodón, sostuvo que la industria textil de México demanda más de dos millones de pacas de algodón anualmente; de las cuales, el Estado de Chihuahua es el mayor productor del país, aportando alrededor de un millón de estas pacas de algodón, teniendo el mayor rendimiento a nivel mundial en las zonas menonitas.

Enfatizó que actualmente casi el 100 por ciento del algodón que se siembra en México es genéticamente modificado; las semillas tienen una vigencia de 5 a 7 años y deben renovarse porque vienen semillas con nuevas tecnologías que las sustituyen para poder ser utilizadas por la cadena de suministro.

Agregó que la industria textil es altamente competitiva y requiere de insumos que puedan fortalecer la exportación de bienes finales en mercados internacionales. “El potencial que existe para incrementar el consumo nacional desde la semilla tiene como objetivo aumentar el 37 por ciento de contenido nacional actual en este sector, atrayendo mayor valor desde el algodón”.

“La ilegalidad y el abuso de los programas sectoriales de comercio exterior que permiten la entrada al país de los productos terminados de forma temporal que no son exportados y que se quedan en México; dañan gravemente el encadenamiento de estas industrias”, comentó Treviño Cisneros.

Dijo que México tiene la capacidad para producir el algodón que demanda la industria textil del país, compitiendo con calidad con el algodón extranjero, principalmente de Estados Unidos que es el que se usa de importación. Además, aclaró, es el cultivo no comestible que genera más empleos a nivel mundial”.

Resaltó que “el programa no requiere apoyo económico, requiere de voluntad, de autorizaciones de semillas de nueva generación tanto en la agricultura como en el ramo textil, que nos apoyen con el impedimento de importaciones ilegales, de materias primas que entran de manera irregular, y pedimos que nos ayude la Secretaría de Economía”.

El programa “Del Campo al Aparador” ha sido presentado a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y a la Secretaria de Economía, quienes han reconocido el trabajo realizado de las industrias y coinciden en el gran potencial de estos sectores para generar empleo, desarrollo, innovación y sustitución de importaciones. Pero el gran interés del sector es contar con el aval del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

“La superficie de siembra de algodón durante 2020 se redujo entre un 30 y 35 por ciento debido a la falta de semillas genéticamente modificadas para continuar con el cultivo”. El representante del Sistema Producto Algodón, dijo que están en espera de reunirse con la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) e incluso pidieron audiencia con el Ejecutivo Federal en busca de la autorización para la compra de semillas.

Manifestó que la entrada de las semillas genéticamente modificadas en 1995 por primera ocasión en el Sur de Tamaulipas, vino a detonar en calidad. “Al día de hoy tenemos más del doble del rendimiento que se tenía en aquel entonces, tres pacas por hectárea. Hoy tenemos una producción de 7.5 hectáreas a nivel nacional y con la capacidad de incrementarlo”.

“En el 2020 concluimos el ciclo con un millón de pacas. Se dejó de sembrar un 35 por ciento de superficie porque no hay al día de hoy las semillas que necesitamos para ser competitivos en el mercado”, explicó Treviño.

Mencionó que para este 2021 se tiene por objetivo sembrar un mínimo de 250 mil hectáreas, superficie que se sembró en 2018, sin embargo, no se cuenta con suficiente semilla para sembrar esa cantidad.

“Esto viene a dar otra situación: los agricultores ya desesperados van a incurrir en la importación de semillas de manera ilegal, tenemos ese peligro y la Senasica dejaría de tener la trazabilidad y el seguimiento de los materiales genéticamente modificados. Eso sí sería un problema grave”.

Recalcó que “Volver a la siembra de algodón convencional significaría perder 6 millones de jornales que se generan a nivel de campo, es decir 2 mil millones de pesos anuales de pago, así como una pérdida de 13 mil millones de pesos en campo y despepite”.

El líder algodonero resaltó que dejar de la noche a la mañana de sembrar estos algodones, se iría en contra los avances genéticos, de la tecnología a nivel mundial y recordó que “estamos en una economía globalizada, en donde tenemos 50 tratados internacionales con diferentes países. Aislarnos y hacer cosas diferentes cuando tenemos muchos compromisos, no es posible”.

Por último, señaló que el algodón que no se produce en el país y que demanda la industria textil es importado de Estados Unidos, que produce 16 millones de pacas de fibra con semillas genéticamente modificadas, además de que son semillas investigadas y sembradas por empresas que se encargan de validarlas en México a través de todos los protocolos que se tienen que seguir para ver cuáles son las que se acondicionan a nuestros climas.