Como se trata de un negocio que genera ingresos en divisas y no necesita créditos en cantidades elevadas, el financiamiento bancario, bastante escaso para otras actividades, fluye adecuadamente. “Al principio había sólo dos empresas, pero ahora hay alrededor de diez que compran el frijol chino, lo limpian y exportan”, dice Daniel Dorazio.

Aparte del frijol chino las exportaciones de otros productos como ron, cacao, camarones y colas de langosta están creciendo. Luis Vicente León explica que “quienes exportan productos con precios elevados respecto a sus costos de producción tienen una gran ventaja y están aumentando sus ventas, este año este tipo de exportaciones podría alcanzar los tres mil millones de dólares”.

Los exportadores conservan 80% de los dólares que les ingresa y el resto las ofertan en el mercado de divisas que, a diferencia del pasado, tiene un tipo de cambio que no está controlado y fluctúa diariamente.