Desde la Federación señalaron que, en segundo lugar, hay una marcada "volatilidad de los mercados", a partir de que Europa está "cerrada por el COVID-19 y China un 30% abajo en los precios, con problemas de cobro, renegociación de contratos, y devolución de mercadería".

Además, "la informalidad y evasión en el mercado doméstico, con la evasión de impuestos y los operadores marginales con empleados en negro", es otro de los factores que complica a la industria, agregando también que hay un "incremento de exportadores sin fabrica y no comprometidos con el negocio, con matriculas truchas y sin respaldo", explicaron desde la Federación.

Asimismo, Fantini apuntó a la "falta de modernización en el consumo", evidenciada en el hecho de que la Argentina es uno de los dos países del mundo, junto con Paraguay, que todavía insiste en la distribución de medias reses: "esto determina una falta de sanidad e inocuidad en el producto, que lastima y perjudica al trabajador, que puede hombrear 100 medias reses promedio por día, de 120 kg cada una", argumentó el sindicalista.

"Se evade los impuestos con este sistema y la carne se encarece. El carnicero tiene que integrar la venta de la medias res, de forma tal que para poder vender los cortes más caros, como el lomo, cuadril, colita, etc., tiene que bajarles los precios y se los sube a los cortes más populares, como el asado, pulpas, cortes de olla, perjudicando así a la gente de menores ingresos", lamentó Fantini.

Finalmente, el Secretario General de la Federación de la Carne sostuvo que las problemáticas mencionadas en la industria frigorífica de exportación producen el "aprovechamiento del trabajador", dado que "en estos lugares no se pagan las escalas salariales vigentes, no se pagan aportes previsionales ni la obra social de los trabajadores", criticó.