Al MENOS UN ALIVIO AMBIENTAL

La última semana se ha presentado prácticamente libre de precipitaciones, salvando sectores en escala reducida donde algunas tormentas lograron un nivel de convección suficiente como para perforar la capa estable, configurando de esta manera una situación más eficiente para aprovechar la abundante disponibilidad de humedad en las capas bajas de la atmosfera. De hecho, durante la mayor parte de estas última siete jornadas, se han observado desarrollos nubosos en forma de strato cumulus, los cuales mayoritariamente no lograban generar una corriente ascendente con suficiente potencia como para terminar el proceso de transformación en cumulonimbus. La interrupción de esta dinámica, dentro de un contexto de fuerte acumulación de humedad en las capas bajas de la atmósfera, provoca la continuidad de un ambiente sofocante, es decir, altas temperaturas y alta humedad. Esto como dijimos se complementa con una atmosfera media y alta muy estable, lo cual provoca la magra o nula oferta de agua dominante. Las condiciones del tiempo son más inestables en áreas del oeste de CB, el NOA y sectores del NEA.

Las condiciones del tiempo que se despliegan por estos días son típicamente veraniegas, incluso con registros térmicos que crecen por encima de los valores estadísticos. La situación encuentra vastos sectores de la zona núcleo y buena parte del sur bonaerense, con un nivel de reservas muy comprometido. Las últimas dos jornadas del año serán dominadas por el pasaje de una zona frontal. Esto augura al menos un cambio de ambiente. Es decir la transición interanual seguramente dejará condiciones térmicas bastante más frescas que las que se observarán por estos días. Lamentablemente, es poco probable que el pasaje de este sistema frontal sea generoso para el este y a gran escala para la zona núcleo. No se descarta. Sin embargo que se observen áreas reducidas discrecionales donde aparezcan tormentas con mejor producción de lluvias.

La escasez de precipitaciones que afecta la mayor parte de la región pampeana desde hace diez días, naturalmente tiene una señal directa sobre la disponibilidad de humedad de los cultivos. El balance hídrico para una pastura se encuentra muy ajustado o en sequía en vastos sectores del sur de la región y dado el comportamiento pluvial que se espera, esto solo tendrá mejoras parciales. Potencialmente la situación, por sectores, puede ser algo más acomodada, pero los últimos días del año nos encuentran bajo un escenario indeseado, bastante más ajustado que lo normal, aun cuando no es inusual que la zona núcleo, sufra pulsos secos durante la transición diciembre enero.

A esa altura del desarrollo de la campaña podemos sentir alguna decepción por el mal paso que vienen mostrando las precipitaciones, sin embargo no podríamos mostrarnos sorprendidos. A lo largo de los últimos meses venimos hablando de la peligrosa persistencia que mostraban las lluvias por debajo de los valores normales, no solo sobre la región pampeana, sino en otros importantes sectores productivos del país. Si sobre este escenario sumamos el efecto Niña y una dinámica regional con tendencia estabilizadora de la dinámica de la atmósfera media, el resultado es el que venimos monitoreando semana tras semana: la continuidad del patrón deficitario, con “parches” pluviales ocasionales, más o menos oportunos según la zona y el momento en el desarrollo del cultivo.

Algunos indicios promueven un escenario con mejores precipitaciones pasando la primera semana de enero, lo cual confirmaría un comportamiento que vinimos observando en todo el trimestre de primavera y lo que va de verano, el cual dispones que al menos una vez por mes aparezcan lluvias generalizadas que tienden a morigerar el impacto negativo de la escasez de humedad en la que seguramente seguirá desenvolviéndose esta campaña de granos gruesos, al menos durante el mes de enero.