En un artículo publicado en Nature, un equipo de investigadores dijo que tener una variedad más amplia de cultivos reduce el riesgo de fracaso total de la cosecha cuando ciertos cultivos se ven afectados por enfermedades.

También protege contra malas cosechas resultantes de eventos climáticos extremos, como sequías o plagas.

"Sin embargo, la asincronía es al menos igualmente importante para asegurar la producción", señaló Lukas Egli, agroecólogo y primer autor del estudio coordinado por el Centro Helmholtz de Investigación Ambiental (UFZ).

Las diferencias en la secuencia temporal en la que se siembran y cosechan los cultivos en tierras arables o la variación en la fenología, es decir, el desarrollo diferente a lo largo del tiempo durante el período de vegetación, son ejemplos de factores que conducen a una mayor asincronía.

La asincronía evita el fracaso total, por ejemplo, variando los tiempos de siembra y cosecha, produciendo cultivos con diferentes requisitos climáticos y cultivos mixtos.

“Cuanto más heterogéneamente se distribuyan los cultivos en el tiempo y respondan a los efectos de eventos extremos, desastres naturales y crisis económicas, menos fluctuará la producción agrícola de un país en su conjunto”, señaló Egli.

El análisis de datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reveló que India, México y China se encuentran entre los países con un alto nivel de estabilidad y asincronía productiva, mientras que Rusia, Australia y Argentina tienen un bajo nivel de estabilidad y asincronía.

"Los mercados agrícolas globalizados permiten que las malas cosechas en una región se compensen con el comercio con otras regiones", comentó el profesor Dr. Ralf Seppelt, ecologista paisajista y coautor de la UFZ.

"Por lo tanto, el comercio en sí mismo es un factor estabilizador y podría hacer que el cultivo de una amplia variedad de cultivos con diferentes patrones de crecimiento parezca menos importante", afirmó.

Fuente: Portal Fruticola