Un proyecto salteño de ganadería de precisión estuvo ternado entre los finalistas del concurso nacional Agtech Ganadero 2020, organizado por la Sociedad Rural Argentina (SRA).

El proyecto, coordinado por el ingeniero agrónomo, Jorge Navarro, y denominado “Drones a corral”, consiste en el desarrollo de tecnología basada en imágenes tomadas por un dron que vuela durante 15 minutos a 30 metros de altura sobre los corrales para luego, a través de un software aplicativo, procesar las imágenes y obtener los resultados del análisis.

En diálogo con El Tribuno, Navarro (quien también es Magister Scientiae en Producción Animal y especialista en nutrición animal y calidad de carne bovina) presentó su proyecto y afirmó que, si bien “no salimos primeros, el solo hecho de haber quedado ternados ya fue suficiente para sentirnos ganadores”,

“Es un gran aliciente para seguir desarrollando, con más fuerzas aún, la idea y el sueño de la ‘tecnología de precisión’ puesta a disposición del sector ganadero para ser cada día más eficientes y lograr un mundo más sustentable”, manifestó el profesional.

Aclaró además que trabajó junto a otros profesionales relacionados a ciencias complementarias, especialistas en procesamiento y análisis de datos a partir de fuentes remotas, especialistas en gestión ambiental, desarrollistas de protocolos de medición de performance ambiental en empresas agropecuarias, y estudiantes en etapas finales de su carrera de grado interesados en estos temas de vanguardia para el desarrollo del proyecto.

Se trata de una herramienta que permite aumentar la eficiencia global de los sistemas ganaderos de engorde a corral o feedlot, ya que permite tomar decisiones objetivas diariamente en función de la información que entrega el software que desarrollaron con esa premisa.

El software consiste en un semáforo de tres colores (rojo, amarillo o verde) que señala el estado de cada una de las variables evaluadas en cada uno de los corrales que componen el feedlot.

Para ello se realiza lectura de comedero (utilizando como indicador el volumen del alimento rechazado en relación al volumen del alimento entregado, ajustado por la densidad de la ración utilizada en ese momento); estado de salud y trastornos digestivos (utilizando como indicadores la temperatura corporal y el color, tamaño y forma de las heces, por ejemplo acidosis); conteo de los animales corral por corral (stock instantáneo de todo el feedlot); pérdida de alimento (el alimento que queda en el piso y no llega al comedero por fallas en la distribución); estado de la infraestructura (bebederos, comederos y alambrados, diferentes pendientes), y finalmente, stock forrajero (ya que permite medir, a través de las imágenes del dron, la cantidad de reservas de silajes, ya sean bolsa o puente, y la cantidad de megafardos o rollos disponibles en ese momento).

El objetivo de esta herramienta es desarrollar una tecnología para mejorar los procesos productivos, haciendo hincapié en información objetiva, ahorrando tiempo y dinero, mejorando el bienestar animal y disminuyendo las huellas ambientales.

Finalmente, se apunta a contar con empresas o profesionales (tomadores de decisiones) mejorando su trabajo diario a través del uso de drones y su software de aplicación, apuntando a maximizar la sustentabilidad de su sistema productivo.

Sistema inédito

“Este proyecto tiene la idea de aportar a la ganadería de precisión el uso de drones y software, de manera de generar y difundir conocimientos que permitan utilizar estas tecnologías en los sistemas intensivos de encierre a corral como una herramienta para ser más rápidos y efectivos en el manejo de diferentes parámetros productivos, los cuales ayudan a definir la eficiencia global del sistema”, detalló Navarro.

El profesional indicó además que “esos parámetros permitirán mejorar el manejo y la eficiencia productiva mediante la incorporación de tecnologías aplicadas a la gestión y procesos para el desarrollo de la ganadería de precisión”, y que “para ello es necesario el desarrollo y evaluación de protocolos que sirvan, a partir de la utilización de drones, para medir y evaluar diferentes características, cualitativas o cuantitativas, propias de los feedlots, de manera de poder tomar decisiones de manejo que permitan mejorar la eficiencia del sistema en su conjunto”.

“Este proyecto se vale de drones con cámaras que filman y toman fotografías e imágenes multiespectrales y termográficas, además de otras tecnologías, que ayudan a lograr el objetivo propuesto”, reveló Navarro y consideró que “si bien se tienen antecedentes sobre la utilización de drones en sistemas agrícolas (agricultura de precisión), no se cuenta con antecedentes de ningún tipo sobre este tema (ganadería de precisión) para los sistemas intensivos de engorde a corral”.

Tecnología al servicio de la toma de decisiones

En los últimos años la tecnología se fue abriendo paso dentro del mundo del campo. Si bien la agricultura lleva la delantera, proyectos como el desarrollado por Jorge Navarro y su equipo ponen a la ganadería a la vanguardia de los desarrollos para optimizar recursos, mejorar rindes y contribuir al cuidado ambiental.

En este sentido, Navarro explicó a El Tribuno que “los datos relevados en el feedlot por las cámaras montadas en el dron nos permitirán, luego de someterlos a un procesamiento a través de un software específico, obtener la información que necesitamos para poder tomar la decisión más acertada en el momento justo, reduciendo plazos y aumentando la eficiencia en el manejo del sistema global”.

“Hoy, la eficiencia en los sistemas intensivos de producción de carne demanda un número elevado de personal capacitado que pueda, durante largas recorridas, capturar información cuali-cuantitativa, que luego debe ser procesada en gabinete y sistematizada con algunas apreciaciones de lo observado”, indicó Navarro y explicó que “esto condiciona fuertemente el avance de los procesos de ajuste y eficiencia a variables que son limitadas y limitantes, ya que se necesita recurso humano capacitado, tiempo y tecnología”.

El ingeniero agrónomo señaló también que “muchas de las variables clave que se abordaron en el proyecto hoy son anotaciones u observaciones no sistémicas ni sistematizadas, lo que conlleva a registros erráticos y sin seguimiento” que “se traduce en altas demandas de tiempo efectivo a campo y, a la vez, en la transformación de datos en información para la toma de decisiones”.

Si bien indicó que la herramienta “todavía no se comercializa”, indicó que “es una tecnología que se encuentra “en las etapas iniciales de desarrollo: por ahora somos cinco profesionales y dos estudiantes, pero con la idea de incorporar nuevos talentos al proyecto”.

“Socialmente esta tecnología nos ayudará a que el personal pueda utilizar de manera más eficiente el tiempo dentro del feedlot y lo vinculará a nuevos desafíos y tecnologías, apuntando a su capacitación continua y siendo motivo de autosuperación personal”, destacó.

Por otra parte, remarcó que “ambientalmente nos ayudará a mejorar todos los indicadores productivos para ser más eficientes respecto de todo el proceso”, lo que “conlleva a una disminución de los gases de efecto invernadero emitidos por cada animal, ya que mejoraríamos los consumos de alimento a partir de la lectura de los comederos”.

También se podría “disminuir el porcentaje de animales enfermos y la mortandad, a partir del control de la temperatura corporal, adelantándonos a la observación y el tratamiento de patologías metabólicas o nutricionales emergentes clásicas como la acidosis, que es el color y forma de las bostas”.

Navarro resaltó con a partir de esta herramienta “podemos tener el stock a diario de cada uno de los corrales, evitando los movimientos de hacienda dentro y fuera de los mismos, lo cual se traduce en una optimización del ganado ya que se evitan problemas vinculados a la ausencia de aumento de peso vivo durante ese día, posibles golpes de los animales y excesos de polvo en suspensión que perjudica no solo a los animales sino al personal”.

Finalmente dijo que “el control continuo de la pendiente de los corrales y del resto del predio también suma a un mejor tratamiento de las aguas superficiales, como ser la escorrentía con arrastre de residuos sólidos, como excretas y restos de alimento”.

“Otro aporte es el control del funcionamiento mediante observación aérea de toda la infraestructura que compone el sistema, como aguadas, comederos, alambres, tranqueras, silobolsas, estiva de rollos o megafardos, míxer estáticos o dinámicos, galpones y lagunas de tratamiento de efluentes, para solucionarlo lo más rápido posible”, concluyó.

Fuente: AgroNoa