ATMÓSFERA MÁS INESTABLE

La falta de precipitaciones sigue siendo la principal característica meteorológica sobre el centro norte del país, aunque las primeras respuestas comienzan a llegar. Abundantes lluvias se observaron cambiando del domingo para el lunes en el centro sudeste de BA, mientras que un oportuno alivio se dio entre el final del lunes y la jornada de ayer en gran del centro sur de ER, SF, este de CB y sudeste de SdE.

Las condiciones del tiempo de las últimas jornadas se han presentado más inestables. Por cierto, es algo que ya podía esperarse en la segunda quincena de septiembre, sin embargo, hemos transitado un invierno frío y esto ha generado un retraso en el cambio de circulación, sobre todo en la poca eficiencia que han logrado los vientos del noreste para volverse persistentes. La situación parece estar cambiando y posiblemente estemos frente a una oportuna ventana húmeda que define un escenario menos hostil para el inicio de la gruesa. .

Si se afianzan los mecanismos convectivos sobre el norte y las masas de aire tropical logran establecerse en la Mesopotamia, tendremos un mejor desarrollo pluvial para lo que reste del mes y el comienzo de noviembre. Este aumento de actividad también involucrará la llegada de nuevos pasajes frontales, por lo tanto, ya deberían converger dos mecanismos de inestabilidad, lo cual aumenta las chances de recuperación de las lluvias. Algo de esta actividad, debe comenzar a proveer de agua al oeste, de hecho, algunas lluvias aparecieron en el norte de CB.

Este aumento de actividad es el que se espera para salir de la situación que viene complicando el desarrollo de la fina e induce a pensar en un recorrido ajustado para la continuidad de las siembras de la gruesa. Si se logra sostener el posicionamiento de las masas de aire tropical y se generan áreas de mal tiempo sin que se observen pasajes frontales, estaremos ante indicios que pueden tomarse como auspiciosos. Esto puede interpretarse como que la atmosfera media y alta presenta una estructura que libera el crecimiento vertical de la nubosidad. Esto por lo general queda vinculado a la ausencia de zonas de alta presión continentales que suelen generar “techos” bajos para los desarrollos nubosos, lo cual no permite que se observen lluvias de buen volumen. A la vez, sin la presencia de zonas de alta presión en el continente, los sistemas frontales que avanzan desde el sudoeste, tienen mejor potencial para progresar sobre la franja central y no restringirse a las provincias del sur, como se ha venido viendo en los últimos sistemas precipitantes de importancia. Esta conjunción de mecanismos, es lo que debería validarse en la esta última década de octubre para avanzar con un paso algo más aliviado, sin soslayar el efecto negativo de La Niña, que seguramente aportará los suyo para que la recuperación sea más dificultosa.

Las perspectivas son buenas. Posiblemente las últimas lluvias fueron tardías para el trigo de gran parte de SF y CB, sin embargo evitaron un mayor deterioro sobre los cultivares entrerrianos, donde aún se pueden obtener resultados relativamente buenos. Las lluvias previstas para los próximos días es muy esperada por el maíz y también para los lotes que ingresarán temprano a las siembras de soja.

En el mapa se representan las lluvias previstas para los próximos días, la convección y las lluvias frontales suman para hacer más vasta el área de cobertura y esto es justamente lo que estamos esperando, una atmosfera más activa ya en momentos en que la primavera está asentada y debería dar cuenta de ello con una mejor oferta de agua.

Las lluvias generosas se presentan en forma sectorizada, justamente donde la convección será más intensa o donde el pasaje frontal del próximo fin de seman será más activo. Como sea y aun cuando los acumulados en muchos sectores quedarán lejos de ser los requeridos para recomponer los perfiles de humedad, debemos entender la situación como una mejora respecto del status quo atmosférico que viene sufriendo el centro norte del país.

En resumen, deberíamos ver un cierre del mes de octubre con mejor performance pluvial, la cual potencialmente puede avanzar sobre el mes de noviembre. Estos períodos húmedos aún seguirán actuando como alivios temporarios de una onda larga que seguirá siendo deficitaria. Mientras estas asistencias pluviales lleguen en momentos adecuados, la situación meteorológica le dará oportunidad de manejo a la agronomía.

El patrón conducente deficitario que ha venido dominando la gran escala, no permite garantizar grandes cambios por lo que resta del trimestre. Esto impone el continuo monitoreo de las condiciones atmosféricas para tratar de detectar las ventanas más húmedas que puedan aparecer y de ese modo ajustar las estrategias en una campaña donde la optimización de las reservas será decisiva.