Si bien se sabe que el Gobierno entrega computadoras a los distintos establecimientos educativos para que puedan ser repartidas a sus alumnos, los mismos necesitan aprender a utilizarlas. Es como si le entregaremos un celular a una persona de más de 70 años que nunca lo ha utilizado y pretendamos que comience a utilizarlo más de 8 horas por día todos los días. Lo mismo ocurre con los empleadores que le entregan notebooks a sus empleados para que trabajen de forma remota y les dejan instalados los programas para que puedan trabajar con dichas herramientas más de 9 horas por día.

Es importante destacar que, para pasar a la práctica, antes debe haber una teoría y un proceso de aprendizaje que la acompañe. La pandemia mundial que estamos viviendo nos enseñó la importancia de no tratar solo lo urgente y dejar lo importante para otra ocasión, es de suma importancia comenzar a incorporar en los planes de estudio materias con contenidos digitales, como ser la tecnología de la información, la enseñanza de herramientas digitales tales como Slack, Zoom, Google, etc, para que cuando el alumno/empleado reciba la herramienta de trabajo, sepa también cómo utilizarla.

En 2020, el área de la educación tiene una gran pregunta por resolver respecto a la revolución tecnológica que está ocurriendo en Argentina y en todo el mundo ¿Cómo hacemos para mejorar y equiparar las aptitudes digitales? Esta pregunta aún no tiene una respuesta, ya que el problema proviene de la falta de relevación y actualización de las necesidades de los planes de estudios anteriores. Si bien no podemos modificar el pasado, podemos aprender de él para repensar nuestro futuro educativo

En el futuro más cercano, no sólo profesionales del área de la educación tendrán incidencia en los planes de estudio, sino que también se deberán incorporar profesionales del área de la computación, Big Data, Data Science y comunicación digital. Incorporando profesionales de las distintas disciplinas digitales actuales, podremos tener un plan de estudios más actualizado que se asemeje a las necesidades educativas y profesionales actuales.

Por Nathalie Szlafsztein  - Cofounder de Digital Brand
Fuente: El Economista