Desde que irrumpió la pandemia del coronavirus, aspectos macroeconómicos como el aumento del tipo de cambio y la variabilidad del precio de los commodities modificaron drásticamente los resultados de los sistemas ganaderos, dejando algunos mejor posicionadas que otros. El estudio Elizalde & Riffel actualizó los márgenes de la cría, recría-terminación a corral y feedlot comparando distintos planteos y períodos (marzo, mayo y julio 2020 vs marzo 2019) con la idea de seguir de cerca la evolución del negocio y contribuir a la toma de decisiones de los empresarios.

El escenario

El primer punto analizado fue el cambio de precios relativos de algunas variables que afectaron al negocio ganadero, durante las fases en estudio: mayo y julio con respecto a marzo de este mismo año.


Se puede observar que en los últimos meses el tipo de cambio y el precio del ternero amentaron en mayor magnitud que el maíz y la hacienda terminada, tanto terneros gordos como novillos. Esta variación, que hace a la relación compraventa y a los costos de alimentación, tiene un efecto más o menos significativo sobre los resultados económicos según el tipo de actividad y su grado de intensificación.

En la cría

Para analizar esta actividad se consideró un planteo con una carga de 0,7 EV/ha, un porcentaje de destete del 80%, que se realiza en marzo-abril, con venta del ternero excepto la reposición. Se lleva a cabo en campos bajos de la Cuenca del Salado con algún grado de mejora en base a promociones de raigrás.


Durante este año, tal como muestra el gráfico, los resultados económicos de la cría mejoraron en forma significativa (marzo 2020 vs marzo 2019) e incluso se vieron más favorecidos durante los últimos meses (julio 2020) por el aumento en el precio del ternero.

Recría y terminación

Para estas etapas se tomaron tres modelos diferentes. Uno hace recría en campo bajo (mejorado con promociones de raigrás y verdeos de invierno) y terminación a corral. Otro recría en campo de loma, sobre pasturas de alfalfa, hasta los 320 kg y termina a corral con 430 kg. El tercero recría a corral con silo de maíz hasta los 300 kg y luego cambia a ración de terminación hasta los 410 kg.


Todos los modelos de recría-terminación muestran una caída en los resultados económicos durante este año, a tal punto que son neutros o dejan de ser viables con la relación de precios actuales (julio 2020). Los que incluyen una etapa de recría a pasto (promociones de raigrás o pasturas base alfalfa) y luego terminan a corral logran resultados económicos muy bajos aunque positivos. En contraposición, los de recría mas intensivos, en base a silo de maíz (planteos con mayor carga/ha), generan quebrantos.

Feedlot sin recría previa

Con respecto al feedlot de terminación se analizaron dos alternativas. Ambas compran terneros de 180 kg y los venden como novillitos livianos con 320 kg, en un caso engordando con maíz propio, considerado según precio de venta menos gastos comerciales. El otro, con maíz comprado, toma el grano a valor precio lleno de pizarra Rosario.


Los planteos de engorde a corral fueron los más afectados debido a los cambios de precios relativos ocurridos a partir de marzo de 2020 en adelante, lo que generó una relación de compraventa muy desfavorable.

Para reflexionar

La cría fue la única actividad beneficiada por la variación de los precios relativos desencadenada por la pandemia, mientras que todos los planteos de recría-terminación y engorde a corral se vieron afectados, en mayor o menor magnitud, dependiendo del grado de intensificación de los mismos.

Esto se debe a que el precio del ternero subió el 35% en este período mientras que la hacienda gorda registró incrementos del orden del 4%. Este fenómeno no responde a variables del negocio en sí mismo, sino a otros factores, como incertidumbre, emisión monetaria y aumento del dólar blue que lleva a los productores a tomar coberturas y quedar calzados en hacienda.

La recuperación de los márgenes de los modelos más castigados dependerá de la mejora de los precios de la hacienda gorda hasta el momento de venta. Es decir, habrá que esperar tres meses en el caso del feedlot sin recría y un año en los de recría y terminación a corral para saber si los valores logran reacomodarse y en qué medida lo hacen.

Por: Ing. Agr. Juan C. Elizalde, Ph.D. - Ing. Agr., M. Sci. Sebastian L. Riffel
Fuente: Valor Carne