Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la cosecha de maíz 2019/20 ya está casi finalizada. En este contexto, los productores ya comienzan a hacer sus cálculos y a pensar las estrategias productivas que adoptarán para la siembra 2020/21, que comenzará con los primeros planteos tempranos entre fines de septiembre y principios de octubre.

Una de esas estrategias que comienza a diagramarse es la de fertilización: el maíz es uno de los cultivos que mejor responde al aporte de nutrientes; devuelve esa inversión con una mejora de los rindes.

Como la implantación está a un mes de comenzar, incluir “arrancadores” a la siembra es una de las alternativas para lograr este salto productivo.

Compo Expert, por ejemplo, propone el uso de Easy Start: un microgranulado de entre 0,5 y 1,5 milímetros que se incorpora en la línea de siembra y que si bien está elaborado sobre la base de fósforo y nitrógeno, también posee hierro, zinc y manganeso.

Según Edgardo Arévalo, Gerente de Desarrollo de la firma para Latinoamérica, la principal ventaja de este arrancador es que al ser microgranulado se solubidiliza más rápido, lo que significa que necesita menos agua para que el nutriente se incorpore al suelo.

Se trata de un factor clave en el marco de una campaña que muestra un marcado déficit hídrico, con vastas zonas del país que llevan tres meses sin una gota de agua.

“Las plantas requieren 16 elementos y los fundamentales son nitrógeno y fósforo, que son los que están más deficientes en los suelos argentinos. Easy Start lo que hace es una rápida entrega de fósforo que es fundamental para lograr mayor eficiencia: ese mineral es clave para la planta, es el transportador de energía que tiene el cultivo”, subraya Arévalo.

Uno de los beneficios que genera el fósforo es similar al del zinc: un mayor desarrollo radicular. “Ese mayor volumen de exploración bajo tierra mejora el uso del agua y de los nutrientes que aporta el suelo”, agrega el asesor de Compo Expert.

Planteo

La recomendación es usar entre 20 y 40 kilogramos por hectárea, lo que garantiza escalar de manera significativa en los rendimientos.

Según ensayos realizados en el INTA Pergamino, maíces alimentados con Easy Start alcanzaron 12.135 kilogramos por hectárea, por encima de los 10.834 kilos de un lote testigo sin tratamiento nutricional y de los 11.881 kilos logrados con una fertilización tradicional con 100 kilos de fosfato monoamónico (MAP).

Estos valores pueden incrementarse aún más si se utiliza el Pack Nutrition que recomienda Compo Expert y que adiciona aplicaciones foliares de Basfoliar Zinc 75 y de Basfoliar Kelp (bioestimulante a base de extractos de algas), en la cuarta a sexta hoja del cultivo. “Esto permite suplir la demanda de zinc y lograr una bioestimulación del cultivo en las etapas de máximo crecimiento”, resume Arévalo.

En este caso, los ensayos realizados desde 2005 hasta hoy muestran que los rindes crecen en 884 kilos por hectárea, lo que significa entre siete y diez por ciento más, dependiendo de los ambientes en que se haya sembrado el cereal.