Creemos de suma urgencia e importancia visibilizar la gravedad de estos actos que están convirtiéndose en una práctica habitual escalando cada vez más en su peligrosidad, dado que ya no es la rotura, o quema sino su alteración con productos inadecuados. Sin duda estos hechos no deben ser naturalizados, todo lo contrario, se debe comprender que esto no es una práctica de unos contra otros, sino un daño grave a la sociedad toda.

Es esencial que entendamos y empecemos a pensar, más en momentos como el que estamos atravesando, que el fruto de la labor de los productores en el campo no representa solo la propiedad privada de éste, son también divisas que luego ingresan al erario público en provecho de toda la sociedad. El perjuicio no es al productor, es al trabajo, al esfuerzo, a la producción argentina y a la posibilidad de progreso. Es inadmisible que siga ocurriendo. Es imperante que entendamos el alcance del perjuicio.

La Cadena reitera su rechazo, solicitando el cese de las mismas y la identificación de los responsables de los hechos perpetrados por las correspondientes autoridades.