“Aún sin tener un rendimiento bastante alto, podemos decir que este algodón está en muy buenas condiciones“, aseguró Norberto Niclis, vicepresidente de Coninagro y productor de algodón en Santa Fe.

“Estamos en plena cosecha con mi hijo y los empleados. La actividad es normal y con buena calidad de producto, en este momento están trabajando tres cosechadoras, una automotriz y dos que son más sencillas cinchadas por un tractor”, remarcó el dirigente.

A lo que agregó: “El trabajo de cosecha se está desarrollando normalmente. Por ejemplo, en el Chaco la cosecha está a pleno y en el caso de nuestra zona, que trabajamos al norte de Santa Fe, a unos 20 km de la ciudad de Reconquista, la cosecha está avanzada, casi lista en un 80%, mientras que en la zona oeste de la provincia el proceso está comenzando y hay buenas perspectivas”.

Por su parte, Juan Hutak, productor algodonero de Chaco y consejero de Coninagro aportó que “el precio de la fibra y la cadena de pagos complican la situación de esta campaña, es por ello que solo se escuchan quejas de los productores”.

A su vez, el productor de Pampa del Indio, zona rural chaqueña, agregó que “muchos atravesaron adversidades climáticas y sobre el final del ciclo la comercialización se complicó. En general en la provincia del Chaco hay rindes promedio de 2.500 kg de algodón en bruto por hectárea. Con picos en zonas favorecidas por el clima, como en el norte de la provincia, los rindes son de hasta 4.000 kg. Las desmotadoras y cooperativas no han podido vender todavía la fibra ya obtenida debido a que no hay precio ni mercado por el parate de la industria“, concluyó Hutak.

El algodón en números

Según un relevamiento del área de Economía de Coninagro, aproximadamente hay unos 30 mil productores algodoneros que realizan estas actividades en todo el país. En tanto, el 80% de la superficie se ubica en Chaco y Santiago. del Estero, e históricamente se siembran en torno a las 460 mil hectáreas, que representan 900.000 toneladas de producción y generan divisas por 160 millones de u$s a través de la exportación.

En relación a la situación de esa economía regional, Niclis puntualizó: “Este es un cultivo que depende del precio y del clima. Por caso, hay zonas donde hubo seca y otras donde acompañó el clima, por eso la diferencia en el rendimiento”.

Algodón y coronavirus

Sobre la coyuntura, el dirigente rural señaló: “El problema que enfrenta el sector es el valor, que en estos últimos 20 días bajó un 25%. Históricamente el valor del algodón está relacionado con el del petróleo, porque las prendas que no se hacen con algodón, cuando el petróleo está bajo, se hacen con fibra sintética y derivados del petróleo”.

“En el país, la zona productora de algodón es Chaco, Santiago del Estero, el norte de Santa Fe y, en menor medida, el norte de Córdoba”, describió el dirigente

En cuanto al proceso desde que sale del campo hasta convertirse en un insumo primordial para el sistema de salud, Niclis comentó que: “el algodón se cosecha con las fibras pegadas a la semilla. Entonces el primer paso en el proceso industrial es el desmote, es decir sacarle la mota, o sea la fibra, y ese trabajo de separar la semilla de la fibra lo hacemos en la Cooperativa Unión Agrícola de Avellaneda. Luego, esos fardos prensados son trasladados a las hilanderías, donde se hace el hilo para llevarlos a la tejeduría y posteriormente confeccionar las prendas”.

En el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19, Niclis se explayó sobre el algodón que usamos para los cuidados de salud: “Con las fibrillas que no sirven para hilo, se hace el algodón sanitario, de uso médico, para proveer por ejemplo a farmacias. Los barbijos incluso los de tipo “caseros” hechos con tela, así como sábanas y ropa de cama para hospitales, también provienen del algodón”, concluyó.

Fuente: Coninagro