AJUSTADO CIERRE DE CAMPAÑA

Desde hace dos semanas las lluvias se han alejado del territorio de la región pampeana, tendiendo a recostarse sobre el NOA, donde por estas jornadas también se ha instalado el tiempo estable. El sistema de alta presión en superficie sostiene su posición continental ante la escasa actividad de los movimientos en altura. Las ondas o perturbaciones de presión en la atmósfera media son planas, débiles, sin capacidad para romper el anclaje de la alta presión que toma el continente. Esta dinámica define una sucesión de días que son muy similares unos a otros y sobre todo, sin chance de que reaparezcan las lluvias.

El balance hídrico sufre el retroceso que impone la escasez de precipitaciones, zonas del centro sur entrerriano, sudeste y centro de SF, como así también el noreste bonaerense, comienzan a dar señales de la falta de aportes pluviales. A pesar de que la tasa de insolación sigue siendo elevada, la sequía no se ha generalizado, posiblemente las temperaturas moderadas hayan jugado un rol favorable en este sentido. Sin embargo, en los últimos días ingresamos en un período donde la situación se volverá más compleja: las temperaturas crecieron y las lluvias no aparecen.

Este tipo de situaciones con estabilidad a gran escala, no es ajena a la región productiva más importante del país. De hecho, las grandes secas se dan cuando se configuran estos escenarios y por lo tanto es vital monitorear la dinámica para saber cuándo esta escasez pluvial será modificada.

Evidentemente la influencia del sistema de alta presión posicionado sobre el continente, contribuye a la estabilidad a gran escala, bloquea el avance de sistemas frontales o los debilita. Como decíamos, en altura las ondas no logran generar movimientos verticales y esto potencia la estabilidad en toda la estructura atmosférica.

Si bien estas circunstancias no son inusuales, son las menos deseadas en momentos que aún hay muchos cultivares con demanda hídrica importante. Sin ir más lejos durante gran parte de noviembre y el comienzo de diciembre, se dio una dinámica similar, la cual luego se moderó con el reposicionamiento del anticiclón sobre el océano, lo cual rápidamente impactó sobre una mejor oferta de agua. Es lo que debe volver a pasar, la zona de alta presión debe salir del continente. No obstante, por lo pronto no habrá noticias en ese sentido.

No llama la atención que los primeros bolsones de sequía comiencen a definirse en áreas del sudoeste entrerriano o del centro noreste bonaerense, sectores que siempre quedaron retrasados cuando las lluvias se recuperaron. También el sudoeste de BA y el sur de LP, no lograron sostener la incipiente salida de la sequía que habían logrado establecer entre finales de enero y la primera parte de febrero. Es muy dispara la condición de humedad sobre el sudeste bonaerense, con mejor margen hacia sectores costeros.

En estos momentos en que el ambiente y las condiciones meteorológicas juegan en contra, los manejos agronómicos pueden hacer una diferencia positiva, pero en general y luego de casi dos semanas sin buenas precipitaciones la humedad necesariamente flaquea a gran escala, incluso va en retroceso en el oeste de la zona núcleo donde la oferta de agua fue significativamente más generosa en el mes de febrero.

La transición febrero marzo, no viene con las respuestas deseadas. A esto debemos sumarle que las temperaturas han regresado al régimen veraniego. Es decir, el escenario seco se complejiza. Un cierre de campaña poco propicio para cerrar números de producción en cuadros atrasados.

Los modelos de pronóstico comienzan a mostrar cambios para mediados de la semana próxima. Posiblemente ingresemos entonces, en un período que recomponga las precipitaciones con chances de llevar al mes de marzo, al menos a los niveles normales de provisión de agua.