Ya se sabe que habrá una convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso, para tratar un paquete de medidas.

La idea sería sancionar un proyecto de ley de emergencia. Se trata de emergencia económica, de emergencia alimentaria y de emergencia sanitaria. Todo ello, de manera urgente.

Entre otras cuestiones, se pretende la creación del Consejo de Seguridad; un Consejo Económico y Social y un Consejo contra el Hambre a fin de combatir la pobreza.

Reflexionemos sobre este último.

Acá es donde se llevará a cabo un incremento en la presión tributaria, sobre todo en el área agrícola-ganadera.

La Federación Agraria Argentina solicitó que, de haber un incremento en las alícuotas por derechos de exportación, éstas deberían ser segmentadas, con un tratamiento escalonado.

Lo que pide la Federación es que haya una diferenciación impositiva para el pequeño y mediano productor, “para que haya condiciones de igualdad en un campo donde hay una asimetría muy grande respecto a la envergadura de los productores».

Obviamente, esta organización trata de defender los intereses de sus agremiados. Pero, por más que lo demanden, difícilmente lograrán algo así, pues el Estado, en tal caso, vería peligrar buena parte de sus ingresos, sobre todo por las posibilidades de evasión que un esquema de esta naturaleza permitiría.

En cuanto a qué podría hacer el gobierno al respecto, parece útil orientarse por la propuesta del Partido Justicialista “Plan de gobierno de 100 días” elaborado cientos de especialistas sobre 18 áreas estratégicas.

Allí se dice que los derechos de exportación serán para fomentar el agregado de valor, la generación de trabajo nacional y la seguridad alimentaria.

Es curioso, pero en lugar de estar orgulloso de que nuestro país sea líder en materia de producción agrícola, el partido hoy gobernante y muchos dirigentes de otras ideas, sienten que es una vergüenza que haya hambre en la Argentina, por cuanto producimos alimentos en enorme cantidad.

Obviamente, es una vergüenza que haya hambre…Pero ¿dónde está la responsabilidad?

Señores, es necesario tenerlo claro.

Ningún sector, prácticamente, ha dado tantos recursos, en relación a sus posibilidades, a nuestro país como el agrícola.

Es y ha sido por décadas un gran aportante de divisas y sobre el que más fuerte cae y ha caído el sistema tributario.

Y en lugar de reconocer ello, se sugiere que el sector es insensible a las carencias más delicadas de la porción más humilde de la sociedad. Así se llama a la solidaridad, como si la actividad agrícola no fuese una enorme generadora de riqueza para el país.

Nuevamente, en la argumentación se pone el carro por delante del burro. Porque la pregunta que debería hacerse aquellos que culpan a quienes producen es: ¿ a dónde va o ha ido la enorme más dinero extraído de la producción?

Si hay alguien que es responsable de este cuadro de pobreza es el propio Estado y, por ende, de cada una de las administraciones que han pasado. Unas mucho otras no tanto, pero todas se parecen.

Los recursos que ha entregado la agricultura al país, se han utilizado discrecionalmente y con exiguo nivel de profesionalismo, además de hacerlo con criterios electoralistas y, en ocasiones, sujetos a distintos tipos de corrupción.

Por eso hay hambre. En tan solo unos 40 años, la Argentina ha pasado de tener un 10% de pobreza a cerca de 40%. Es lamentablemente decirlo, pero la realidad es que tal período coincide con el de la democracia recuperada.

Así son las cosas. A quien le quede el sayo, que se lo ponga. Por favor.

Un diagnóstico correcto, permite generar una solución a los problemas que sacuden el cuerpo argentino.