MAYOR FRECUENCIA

Sin dudas que durante el mes de octubre, las lluvias avanzaron sobre el oeste y en la última quincena con mayor frecuencia. Sin embargo el punto a remarcar es que en vastos sectores de CB, LP y también oeste de SF y oeste de BA, el volumen ofrecido es más fácil de asociar con la estadística de septiembre que con la de octubre, es decir, el atraso en la transición estacional, ha promovido un claro desvío negativo en la oferta de agua. Esto como ya se ha analizado, se cobró buena parte del rendimiento en gran parte de las zonas aptas para la fina sobre el oeste. Hay que considerar que a medida que avanzamos en la primavera, la demanda atmosférica naturalmente aumenta, con lo cual la recuperación requiere montos pluviales que no necesariamente lograrán compensar las deficiencias que se arrastran.

En el mapa de que estima las lluvias necesarias para obtener reservas de humedad adecuadas en las próximas dos semanas, fácilmente se detecta la línea de cien milímetros, la cual de alguna manera divide la región pampeana entre este i oeste. Partiendo del estado actual de humedad, esta estimación permite notar que la demanda crece en forma significativa hacia el oeste. Es posible que el escenario a campo no sea tan prolijo como lo muestra el mapa, es decir puede haber áreas reducidas donde las lluvias hayan sido más importantes y en consecuencia la demanda puede ser menor, sin embargo, a gran escala, el patrón que presenta el mapa es válido y la demanda de precipitaciones crece de este a oeste. En principio es improbable que esta demanda se vea satisfecha, pero pueden lograrse mejoras parciales.

Este patrón de demanda permite evaluar de mejor manera como puede transcurrir el avance de las siembras si lo cruzamos con las previsiones de corto y mediano plazo.

En primer lugar la transición octubre noviembre se plantea con mecanismos atmosféricos activos, con importante presencia de aire húmedo, que como dijimos, ya se ha extendido hacia el oeste y favorecido un aumento en la frecuencia de lluvias. Esta condición no logra sin embargo promover el despliegue generalizado de sistemas precipitantes de buen volumen. Los eventos donde se han observado lluvias destacadas, han sido concentrados. Es posible entonces, que la primera quincena encuentre una provisión de agua en el oeste que permita recuperar reservas superficiales para las siembras, pero por lo pronto, satisfacer la demanda completa requerida para completar el perfil de suelo parece algo improbable. En este sentido, habrá que tomar recaudos agronómicos para enfrentar las siembras bajo condiciones ajustadas, esperando que durante el transcurso de noviembre se observe un cambio progresivo hacia lluvias más generosas.

Entendemos que esta será una campaña, donde los escenarios de alta demanda de precipitaciones, serán bastante más frecuentes que lo deseado. Es una campaña incierta para proyectarla climáticamente en el largo plazo.