La falta de precipitaciones comienza a reflejarse en un retraso del desarrollo vegetativo de las plantas y en lotes que están esperando las siembras de maíz, la falta de humedad superficial es total.

A principio de mes, esta condición de estrés hídrico era incipiente pero con el desarrollo desfavorable que trae el mes, gran parte del área apta para las siembras tempranas de maíz están afectadas. Los primeros diez días de septiembre el freno también lo ponían las temperaturas, pero en la actualidad la falta de agua es un factor decisivo.

Si no tenemos en cuenta las zonas del oeste donde los cultivares de trigo tienen acceso a napa, el escenario es realmente complejo para toda la franja mediterránea. Si para el análisis damos como validados los pronósticos de muy modestas o nulas precipitaciones para las próximas dos semanas, los cultivos de invierno, van a seguir alejándose de un estado mínimo de reservas para seguir con posibilidades.

Desde el mes de julio el patrón pluvial viene ajustado. La estadística es elocuente sobre la normal reducción en la oferta de agua en zonas mediterráneas en invierno, sin embargo cuando las lluvias modestas del trimestre frío no aparecen, la transición hacia el mes de octubre es muy difícil, mucho más cuando el mes de septiembre arranca con una irrupción de aire polar.

Si bien la condición de los cultivos es dispar en las zonas del oeste, los indicios de estrés hídrico a gran escala comienzan a generalizarse. Las lluvias han promovido recargas pobres que podrían ser de utilidad bajo un pronóstico de precipitaciones más favorables. Incluso en áreas trigueras emblemáticas como lo es la zona de influencia de Tres Arroyos, la condición de humedad se ajusta afectando el desarrollo vegetativo de las plantas. Es decir la sequía comienza a instalarse con impacto sobre la fina y las oportunidades de recomposición se van limitando.

Para las zonas agrícolas de la provincia de CB, LP, sudoeste de SF y oeste de BA, las lluvias de septiembre oscilan entre cuarenta y cincuenta milímetros. La demanda actual en muchas zonas mínimamente duplica a esta marca para recuperar un nivel de reservas adecuado. En consecuencia y atendiendo los pronósticos, se plantea una combinación que define un escenario poco optimista para el tránsito de la floración de los cultivos de invierno sobre el oeste.

Por otra parte, las precipitaciones de los primeros diez días del mes, han sido muy importantes para los trigos de los departamentos sur sudoeste entrerriano, una zona que en agosto tuvo una provisión de agua deficitaria, por lo cual, se fortalecen las reservas en momentos en que muchos lotes van camino al inicio de la floración, o sea al aumento de la demanda de agua. La provincia de ER es, por lejos, la que mejor se posiciona en términos de reservas de humedad en esta transición estacional. También el centro de SF, ha recibido buenas lluvias, con volumen más normales para la época y la zona, aunque igualmente beneficiosas.

Es muy probable que durante octubre se observe un cambio progresivo en la oferta de agua, con una mejora generalizada en el nivel de reservas. Lamentablemente el margen de reservas para los cultivos de invierno sobre el oeste es exiguo y a esta altura, con las previsiones que disponemos, las proyecciones de rendimiento que pueden hacerse, necesariamente deberán ajustarse a la baja.