La tan comentada guerra comercial entre EE. UU. y China ha generado todo tipo de perturbaciones en el comercio mundial y, a su vez, enrarecido el mercado internacional, a través de precios con distorsiones.

En líneas generales, se acepta que el nivel de precios de la soja ha tendido a la baja por esta guerra comercial.

La realidad es que, por el conflicto, el peso de las exportaciones sudamericanas del poroto y de los derivados de soja hacia el gigante asiático viene desde hace varios meses en aumento.

China es el principal importador mundial del poroto. Tiene el 60 por ciento de las compras mundiales. Usualmente importa cerca de 100 millones de toneladas. Un 50 % lo hace desde Brasil, un 40 desde EE.UU. y un 10 desde Argentina y Paraguay.

Estas proporciones, desde que comenzara el conflicto, vienen cambiando. Y el gran ganador hasta la fecha es Brasil.

A su vez, China usualmente ha sido el destino del 60 % de las exportaciones totales de soja de EE.UU. con alrededor de 35 millones de toneladas.

Como sabemos, agosto se ha convertido en el período de mayor virulencia en este conflicto. China no cesa de mostrar represalias. Ahora, los aranceles de soja aumentarían un 5% a partir del 1ro de septiembre y un 10% en lo que respecta a trigo, maíz, sorgo y carnes.

Y Brasil no ha parado de mandar soja a China.

Brasil ya comercializó cerca de 55 millones de toneladas de soja. Quiere decir que solo podría ofrecer tan solo unos 15 millones, hasta que comience la nueva cosecha, en febrero próximo. El cuello de botella para el país es visible.

Con tal ambiente, no es de extrañar que sigan en aumento las primas del poroto con sus positivas consecuencias sobre los precios locales.

¿La razón? Es obvia: al desparecer prácticamente el principal importador que tiene EE.UU, los precios en Chicago se desinflan. Y, por supuesto, se elevan los de América del Sur, con Brasil en la primera fila.

Así, mientras en nuestro país y en Brasil, los valores FOB vienen en ascenso, en Chicago lo hacen en caída.

Desde mayo pasado, el gap viene creciendo y, a la vez, el precio de la Argentina en aumento, muy especialmente desde que se inició agosto.

El gráfico (futuros de soja) provisto por la BCR es muy elocuente:


La buena noticia para Sudamérica es que el clima en EE.UU. sigue preocupando. El problema que con mayor fuerza afecta la producción de soja es la variabilidad del clima en el Medio Oeste.

El reciente Crop Tour realizado en EE.UU. ha estimado una producción de soja y maíz por debajo del último informe del USDA. Los operadores se preguntan si el USDA es un nuevo Pinocho.

Respecto a la soja, se estima una reducción de 5 millones de toneladas, y para maíz, de 14 millones de toneladas.

Como vemos, el cuadro futuro no es malo.