SANTA FE.- El drama de los pequeños productores del norte de Santa Fe, en la zona conocida como de Los Bajos Submeridionales, sigue aumentando. Desde noviembre de 2018 hay un millón de hectáreas inundadas.

"Hay actualmente muy poca población, porque es difícil vivir allí. Hay puesteros que están aislados hace 6 meses. No hay atención médica, ni siquiera una parturienta. No es vida que a alguien lo ataque una víbora y no tenés los sueros para neutralizarlo. Frente a cualquier emergencia no es mucho lo que se puede hacer. Ni siquiera hay señal en los celulares", explicó a LA NACION el agrimensor Luis Recalde.

Recientemente, un grupo de expertos, entre ellos Recalde, hizo pública la situación en el norte provincial.

Según el especialista, en 1985, Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe firmaron un convenio por el cual las dos primeras (provincias) iban a sacar el agua de sus extremos sur por medio de Santa Fe, que así sería solo provincia de paso. Y que ellos iban a hacer las obras.

"Pasó que por un problema de costos, los diseños, que eran para canales para evacuar 100 metros cúbicos por segundo lo bajaron a 50 y terminaron construyendo para derivar 25 m3. Chaco y Santiago tuvieron buenos resultados con la canalización y ampliaron su frontera agrícola. Sacaron los montes, generaron cortinas. Fueron más prolijos en el desmonte y generaron más canales", dijo.

"La cuenta que estamos haciendo con el equipo de trabajo, donde hay ingenieros hidráulicos, ambientalistas, agrimensores e ingenieros civiles, es que en las lluvias intensas de los meses anteriores desde las provincias vecinas ingresaron 400 m3 por segundo", agregó.

Precisó que Santa Fe no hizo lo que se acordó con Chaco y Santiago del Estero. "Por un problema de presupuesto la obra no se completó. Irremediablemente, nos inundamos", remarcó.

De acuerdo a Recalde, Chaco construyó canales para evacuar 100 m3 por segundo. "Cuando las lluvias son abundantes ingresan a nuestra región 400 m3 por segundo (desde Chaco y Santiago del Estero) y lo que Santa Fe puede evacuar son apenas 40 m3 por segundo. A los canales nunca los mantuvieron. En su interior crecen árboles porque nunca se metió una máquina a trabajar", alertó.

Para el experto, hay que rescatar la biodiversidad en la región para que sea productiva. "Un millón de novillos podrían salir de los Bajos. Pero para producir, hay que tomar conciencia que las otras provincias hicieron cambios; nosotros no. Y además, que los chaqueños y santiagueños reconozcan que también deben ayudarnos", apuntó.

Según advirtió, hay "600 kilómetros de rutas intransitables". Agregó que hay "entre 800 mil y un millón de hectáreas que no hay como entrar" porque siguen bajo el agua.

"Hay una franja en la que la gente solo puede circular a caballo. Antes, cuando había más agua iban en canoitas, pero hoy es muy complicado ir a esos campos. Todas las rutas están intransitables. Además, como pasó mucha agua por encima de los caminos, eso provocó socavones y es muy peligroso", dijo.

Remarcó que "faltan por lo menos 600 días para que se vaya el agua. Eso dependerá del porcentaje de evaporación cuando llegue la primavera y el verano. Y también de las lluvias que se produzcan en ese período".