La Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia publicó su más reciente estudio sobre la accesibilidad y disponibilidad de alimentos en Maracaibo, correspondiente al período febrero-mayo de 2019. En el informe, la ONG registra 63% de escasez de alimentos en Maracaibo, capital de la entidad.

En 11 de los 20 alimentos monitoreados, la escasez fue igual o superior a 66%. Entre los rubros más afectados se encuentran el cartón de huevos (5% de disponibilidad en promedio), los frijoles (12%) y las alitas de pollo (12%).

El estudio se basa en el monitoreo realizado en 46 comercios de la ciudad con el propósito de verificar cada 15 días la disponibilidad y el precio de los alimentos más relevantes para la dieta de los marabinos, así como otras situaciones que generan dificultades para el acceso a estos.

Con respecto a la variación de precios, los frijoles fueron el alimento que más aumentó durante este período (478%), seguido de las arvejas (306%). En el caso de las proteínas animales, la variación de precio se ubicó en 146% para la carne de res y 120% para la carne de pollo, mientras que su escasez fue de 65% y 78% de forma respectiva.

El estudio reporta que persistió la modalidad de ventas condicionadas a través de combos de alimentos y compras limitadas de productos, además de fallas de servicios públicos al momento de la compra.

Durante el mes de marzo, la región se vio particularmente afectada por los apagones generales. Las implicaciones para la disponibilidad y accesibilidad de alimentos se reflejaron en comercios saqueados, cerrados por temor a nuevos intentos de vandalismo y la presencia de cuerpos de seguridad y grupos civiles armados para su resguardo.

Es de destacar, que 13 de los 46 establecimientos que integran el monitoreo fueron cerrados durante el transcurso del mes de marzo. Además, 5 de ellos fueron saqueados. Para la primera quincena de mayo, 10 de los 46 comercios se mantuvieron cerrados y al finalizar el mes fueron eliminados de la muestra del monitoreo.

Codhez advierte que la permanente escasez de proteínas en Maracaibo y el alto costo de los alimentos impactan negativamente la calidad de la alimentación de la población. En el estudio se evidencia que el salario mínimo vigente en Venezuela, de 40.000 bolívares, es insuficiente para garantizar el acceso a una alimentación saludable.

La organización reitera que el Estado venezolano debe diseñar y ejecutar políticas que atiendan con urgencia y eficiencia la inseguridad alimentaria.