Esta diferencia obedece a diversos motivos. Por un lado y tal como dijimos la zafra de este 2019 difiere en mucho a la situación del año pasado donde una gran parte de los campos atravesaron una sequía brutal que obligó a ingresar la hacienda a los corrales de forma anticipada.Este año, con un clima más benigno, a excepción de las zonas que sufrieron las dramáticas inundaciones, y la demorada llegada de los fríos posibilitó contar aún a inicios de mayo con ciertos recursos forrajeros y se estiró la oferta de terneros par parte de los criadores.

Era de esperar una oferta escalonada en función de las condiciones climáticas descriptas, pero el otro factor que incide en los niveles de ocupación de los corrales es la situación que las empresas atravesaron durante 2018. Si bien las relaciones de precios actuales muestran un resultado positivo, los quebrantos del año pasado dejaron, a aquellas empresas que siguen en actividad, con una importante descapitalización, que sumada a la imposibilidad del acceso al crédito y a la reducción de los plazos de financiamiento sobre los insumos, quitan presión sobre la compra de invernada en una postura de cautela.

Queda claro que la producción argentina de carne sufrió una enorme transformación en los últimos 25 años. Hoy los feedloteros abastecen casi la totalidad de la producción de carne de calidad. Con este volumen de vacas que se vuelcan al negocio exportador, fundamentalmente a China se sigue consolidando a través de los años que tanto vaquillonas y novillos como la hacienda de consumo tienen su ciclo de terminación bajo distintas modalidades pero que en un 95% incluyendo el corral.

Todo esto hace que hoy sea imperativo trabajar en la modificación de la definición del biotipo Hilton de nuestro país. Toda la cadena está convencida de la importancia de iniciar de manera urgente las gestiones necesarias para adecuar el protocolo y seguir avanzando con mayor producción sin riesgos comerciales.

Sea quien sea que ocupe la cartera de Agroindustria después del 10 de diciembre entendemos que se debe llegar a esa fecha con las gestiones iniciadas ante la Unión Europea para lograr la adecuación a la realidad productiva de Argentina.

Existen muchos temas que hacen a la competitividad y eficiencia de la cadena de la carne. En varios se está trabajando y con diferentes resultados, pero este tema en el que la cadena logró el consenso requiere de un puntapié inicial rápido de parte del gobierno. El día “1” debe existir en los meses que quedan de la actual gestión, sino se convertirá solo en una expresión de deseo.

Debemos entender que la Unión europea y el resto de los mercados de alto poder adquisitivo cada día son más exigentes en trazabilidad y etiquetado, bienestar animal, etc.