Esta situación no cambiaría demasiado durante el próximo trimestre y no se descarta que aún prevalezca en el comienzo de la primavera. De todas maneras hay que reconocer que la influencia de este indicador en esta época del año es poco evidente para le región pampeana y mucho menos con una intensidad débil como la que se reporta. Consecuentemente, entendemos que sigue mandando la escala regional a la hora de encontrar indicios para la evolución del clima en el próximo bimestre.


El mapa presenta el promedio de las temperaturas estimadas sobre el Pacífico central, donde prevalece el calentamiento débil asociado al fenómeno de El Niño. Por otra parte el litoral Atlántico brasileño, las costas uruguayas e incluso las bonaerenses, se presentan ligeramente cálidas. Esto favorece mayores aportes de humedad cuando se imponen vientos del este y del noreste, como se ha venido observando en la última parte de abril y que todavía influyen sobre este comienzo de mayo.

La persistencia de aire tropical en el noreste del país, deja vulnerable las zonas del NEA que permanecen inundadas o con suelos saturados. No hacen falta milimetrajes destacados para que estos problemas sigan hostigando este sector del país. La solución para estas zonas sobreofertadas de lluvia solo vendrá con un cambio de circulación contundente, esto es, con una evolución del otoño hacia un régimen térmico más frío que permita barrer el aire tropical de la zona. El recorrido de lo que resta de la primera quincena de mayor para el NEA es, por lo tanto, un período de riesgo dado que convergen los suelos sin capacidad para recibir más agua, con un alto potencial de continuidad de precipitaciones para la zona.

En la otra punta del mapa, las necesidades de lluvia en LP y el oeste bonaerense difícilmente sean satisfechas. Los acumulados pluviales previstos son pobres y en este sector, aun sin ser riguroso, la presencia de aire frío y seco comienza a imponerse.

La franja central se desenvolvería dentro de una situación más normal favoreciendo la recuperación de los perfiles de humedad para la fina, Este comportamiento se espera que también incorpore una buena parte del este de BA. De todas maneras, vale la pena recordar que la zona triguera del sudeste de BA, tiene aún mucho margen para recuperar humedad, allí donde esté haciendo falta.

Se espera que las temperaturas durante la segunda quincena de mayo se presenten más frías, sin embargo los promedios térmicos previstos para la segunda parte del otoño tenderían a mostrar desvíos positivos. Esto es, aun cuando se den irrupciones de aire frío de mayor presencia a nivel regional, las mismas no tendrán la persistencia suficiente como para imponer condiciones rigurosas. Este período de lo que resta del mes de mayo y la primera parte de junio bien puede ser una guía del patrón térmico que podría imponerse en el invierno. En principio todo parece indicar que vamos hacia un trimestre frío que no sería muy riguroso.