Las trillas de soja en el norte del país vienen bien, pero algunas chacras están con rendimientos inferiores a los que estimaban los productores observando el estado de los cultivos.

Si bien los técnicos consultados por El País sostienen que es difícil saber qué área se lleva trillada, en el norte, no se estaría más allá del 10% del total. El grueso de las chacras se pensaban levantar mañana, pero las trillas quedaron temporalmente suspendidas por las lluvias.

“Hay algunas sorpresas a la baja con los rendimientos —de las sojas de primera—, especialmente en las chacras que sufrieron una pequeña seca en febrero, porque bajaron peso de grano”, explicó a El País Miguel Pastorini, técnico de Agrocentro Paysandú.

Según dijo el profesional, hasta el momento, “no es la zafra desastrosa del año pasado, pero tampoco es una zafra histórica como para tirar manteca al techo”. En algunos casos había productores que esperaban 3.000 kilos por hectárea para las sojas de primera y están levantando alrededor de 2.600 kilos por hectáreas, pero también se ven cosechas arriba de los 3.000 kilos por hectárea.

Todavía no se tocaron las sojas de segunda y para muchos, “habrá sorpresas”, porque tuvieron suficiente tiempo de compensar el mal rato que pasaron las chacras debido al clima, recuperando la productividad perdida.

Pastorini remarcó que la capacidad de trilla que tiene Uruguay “es muy alta” y estimó que se logrará continuar avanzando rápido una vez que paren las lluvias y puedan volver a moverse las máquinas.

Cabe recordar que en todo el país, el clima hizo sufrir bastante las áreas de soja de primera cuando fueron implantadas. “Se desarrollaron más lento —en noviembre y diciembre— y eso les jugó a favor”, explicó Carrera, gerente de Asuntos Corporativos de Monsanto. En diálogo con El País, semanas atrás, el técnico contó que “la cuenta de las primeras están buenas pero las segundas si se quiere son las que tienen alguna compensación que hará que no se llegue a números récord”, estimó el agrónomo, tirando abajo algunas estimaciones de productores que se flotaban las manos esperando llegar a un año récord.

Sin dudas, el resultado del cultivo en el ejercicio 2018/19 contrastará con el obtenido en 2017/18, donde se plantaron poco más de 1 millón de hectáreas y debido al clima, en la mayoría de las zonas, el rendimiento por hectárea llegó a un mínimo histórico. Ese año, el promedio fue 1,2 toneladas por hectárea, según datos de la Oficina de Política y Programación Agropecuaria (Opypa/Mgap). Fue el menor registro histórico disponible.

PRECIOS. Lo que todos lamentan es la caída de los precios de la oleaginosa. A la caída de precios hay que sumarle un incremento del 5% en el costo de los fletes, acordado por transportistas y exportadores, decisión que, una zafra más, también afecta los bolsillos de los productores agrícolas.

El último informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) mostró una ligera baja en los inventarios mundiales de soja y aún así los precios no repuntaron. Los inventarios mundiales de soja, se ubicarían en 107,36 millones de toneladas. La previsión de marzo era de 108,04 millones de toneladas.

Ahora, para Brasil, fuerte productor mundial, la consultora AgRural proyectó una cosecha de soja de 114.6 millones de toneladas frente a las 112,9 millones de toneladas que conformaban la estimación previa. Del volumen proyectado se estima que los productores ya levantaron el 88%. El crecimiento de la estimación se basó en las lluvias de febrero y marzo que mejoraron las condiciones para el desarrollo de los cultivos de la oleaginosa, según publicó la agencia Reuters.

El 88% que se lleva cosechado contrasta con el 85% que se había registrado el año pasado a esta altura. En los meses secos previos a enero, la misma consultora estimó cosechar 121,4 millones de toneladas .