Nuevamente, parece que Dios es argentino.

Mientras que los indicadores, a mediados de marzo, llevaban a aguardar lluvias por encima de lo normal hasta mediados de abril, la realidad ha sido muy distinta y, además, los pronósticos no hablan de mayores precipitaciones para los próximos días.

Iniciada la cosecha gruesa, entonces, el clima favorece el avance las máquinas, con excelentes condiciones en el piso.

A vuelo de pájaro, se puede decir que una gran proporción de la superficie total de maíz ha sido levantada.

Y los rindes son muy buenos, por lo que la estimación que habíamos hecho hace casi un mes se va confirmando. Es posible que alcancemos un volumen cercano a 50 millones de toneladas de maíz.

El único fantasma que aparece en el horizonte cercano es el de las heladas. Los maíces tardíos y de segunda, hoy en excelentes condiciones, podrían ser afectados por éstas.

El maíz temprano ha sido beneficiado por los precios. La destacada competitividad del cereal argentino ha permitido la concreción de un alto volumen de negocios de exportación, para marzo y abril.

El registro de declaraciones juradas de venta al exterior (DJVE) revela que los compromisos de embarque de maíz, para el mes de marzo, se aproximan a 5 millones de toneladas y a más de 3 millones, para abril.

En cuanto a la soja, también parece muy posible que el volumen se acerque a 55 millones de toneladas.

Obviamente, con este panorama productivo no es probable una mejora en los precios, sobre todo de la soja ya que la Argentina es un peso pesado en el comercio mundial de la oleaginosa y sus derivados.

Ahora bien, si miramos de acá a unos tres meses, el cuadro de precios podría mejorar.

La situación internacional no es del todo mala.

Vamos a ver qué pasa en EE.UU.

En primer lugar, ya se ha descartado una nueva suba en la tasa de interés. La perspectiva de que el país caiga en recesión desalienta todo intento de suba, al respecto.

Además, las condiciones climáticas para la siembra gruesa, por el momento, no se presentan favorables en EE.UU. que es el gran productor mundial.

Preocupan en EE.UU. las inundaciones récord que sufre el Corn Belt occidental. Muy especialmente en las grandes planicies. Y con desbordes en ríos como el Misissipi.

En el mapa que sigue se aprecia el volumen de lluvias de los últimos 14 días. Y se puede ver cómo el área agrícola es la más afectada.

1 inch equivale a 25,40 mm.

Por último, los futuros de soja en Chicago siguen bajo la presión de los efectos de la guerra comercial con China. Ergo: los precios en Chicago están deprimidos. Por lo tanto, los farmers norteamericanos no van a sembrar la misma superficie de soja de ciclos anteriores, lo que lleva a estimar una menor producción de esta oleaginosa.

En este juego de suma cero, los que tienen una mejor chance para las exportaciones del complejo oleaginoso son Brasil y la Argentina.

En tanto vale preguntarse: ¿cómo será el cronograma de liquidación de divisas en nuestro país?

Mientras se mantenga con cierto grado de éxito la pulseada de la tasa de interés con el valor del dólar, es lógico pensar que los tenedores de granos irán liquidando en la medida de sus necesidades financieras.

En tal caso, el agricultor que ha sufrido una campaña anterior muy cruel seguramente deberá hacerse de fondos para afrontar el costo de vida y las nuevas inversiones de esta campaña

Por ello, lógico resulta concluir que durante el primer semestre de este año entrarán a la economía por lo menos 22 mil millones de dólares provenientes de la soja, el maíz y también del remanente de la cosecha fina.

Al mismo tiempo, la gradualidad en la liquidación asegura un piso en el precio de los granos.

Así las cosas, no debería haber lugar para una estimación negativa.