A la problemática del trigo transgénico resistente a sequía, se le suma una nueva disputa al interior de la cadena agroindustrial que captó la atención del presidente. Durante el mes pasado, Mauricio Macri recibió en la Casa Rosada a Bioceres, desarrolladora de dicho evento, y a molinos, acopiadores y exportadores que no están acuerdo con respecto a la liberación o no comercial de ese producto. Por un lado, Bioceres busca la liberación, por el otro, los últimos actores tienen reparos ante un temor a la pérdida de mercados.

 

En esta ocasión, Macri escuchó y sugirió que el mismo sector trabaja sobre un consenso interno. En eso consiste la "hoja de ruta" que la empresa tiene que seguir, como se definió luego en una reunión con exportadores y molinos, para avanzar en la aceptación internacional. Ahora el tema, el escenario y los actores fueron otros. Aun continúan las quejas por la quita del diferencia del 3% que había entre el grano de soja y los subproductos, y la posterior medida que igualó todo en el esquma de $4 por dólar exportado.

 

Desde el lado de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), las industrias llevaron sus números. Según las empresas, por la carga tributaria del Gobierno, para la campaña 2018/19 habría un menor ingreso de divisas de 1600 millones de dólares por la caída de las exportaciones de aceite y harina de soja. Esto porque, según Ciara-Cec, se está castigando la industrialización y favoreciendo más al poroto sin procesar.

En tanto, según la entidad para el ciclo 2019/20 la merma en el ingreso de divisas ascendería a 2700 millones de dólares. Otro dato que aportó Ciara-CEC, y ahora en relación al poroto, es que en diciembre último se exportaron 860.000 toneladas cuando otros años se vendían 36.000 toneladas para la fecha.

En la "guerra" por el diferencial también se coló la Bolsa de Comercio de Rosario, que en otras oportunidades ha publicado informes en favor del escalonamiento arancelario para harinas y aceites. Según la entidad, otros países competidores de destino de las exportaciones argentinas buscan hacer un agregado de valor interno. "Priorizan la utilización de su propio complejo industrial oleaginoso y prefieren, en el caso de los compradores, importar el poroto de soja sin procesar", dijo la Bolsa rosarina en un comunicado tras la reunión en Timbúes.

Ante la controversia, la sugerencia de Macri fue que el sector explorara internamente un consenso y fuera después a ver al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y a su par de Producción y Trabajo, Nicolás Dujovne, para evaluar el eventual impacto de bajar a ·$3 por dólar la retención para la harina y el aceite de soja.

Ya a fin del año pasado, en el mismo Gobierno se estuvieron haciendo cuentas sobre estos productos y otros de economías regionales. En esa oportunidad, mientras el ministro Sica estaba permeable a hacer algunos cambios, en Hacienda pusieron un freno con el argumento de cuidar el frente fiscal. Según los exportadores, en los próximos 20 días está la posibilidad de un encuentro con Dujovne y Sica para debatir el tema. Antes podría haber una reunión con las mismas entidades del agro para tratar de acercar posiciones.