Argentina logró un acuerdo con la Unión Europea para poder volver a exportar biodiésel al viejo continente y "para encontrar una solución definitiva a la disputa comercial, con el apoyo del gobierno nacional, la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) ofreció un compromiso de precios y volúmenes para permitir el reinicio" de las ventas, informó la Cancillería en un comunicado.

El acuerdo fue aprobado por el Comité de Prácticas Comerciales de la Comisión Europea y "se logró sin apelar al Órgano de Solución de Diferencias de la OMC", destacó la Cancillería y precisó que "no solo representa un beneficio para la industria argentina sino también para los consumidores europeos respecto de un producto con alto valor agregado e íntimamente ligado a la defensa del medio ambiente". Al tiempo que se destacó "la buena disposición de las autoridades europeas para arribar a esta solución".

La apertura del mercado será efectiva a partir de que salga publicado el Boletín Oficial de la UE, "que será en los próximos días", agregó el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, quien aclaró que desconoce el precio al que se cotizará el producto.

"Es un acuerdo que nosotros celebramos, ya que consideramos que este es razonable y trae un beneficio para todas las partes", dijo a Télam el presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), Luis Zubizarreta.

Antecedentes

En septiembre del año pasado, ante la presión de los productores, la Comisión Europea (CE) decidió iniciar una investigación sobre supuestos subsidios a la industria exportadora argentina, para reimponer a la importación de biodiésel aranceles que irían del 25% al 33,4%.

Según la Secretaría de Agroindustria de la Nación, se exportaron hasta agosto de 2018 poco más de un millón de toneladas hacia Países Bajos, Malta y Bélgica, los únicos países importadores de la Unión Europea (UE) por casi US$ 700 millones.

En tanto, entre septiembre y noviembre (último mes del que se tienen datos oficiales) los envíos se redujeron a 190.000 toneladas por casi US$ 130 millones, siendo el único país comprador los Países Bajos.