Detectaron el primer caso de roya asiática en cultivos de soja. En esta etapa de desarrollo de la oleaginosa, si la enfermedad no se detecta a tiempo, puede generar daños potenciales.

Según el Sistema de Alerta a Roya Asiática de la Soja (Saras), impulsado por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el primer caso se registró en la zona de Colonia_Lavalleja, en el departamento de Salto.

La bióloga Silvina Stewart, experta del INIA, explicó en un video institucional que la roya asiática “es una enfermedad muy difícil de detectar a nivel de campo”. Dijo que cuando comienza la roya, que es cuando hay que controlarla, “resulta difícil de verse en el campo”. Por eso la bióloga consideró fundamental “hacer un diagnóstico temprano para controlarla. Si dejamos que la severidad aumente en el campo, luego es imposible controlarla”.

A través del Saras se puede saber dónde está la enfermedad, que todos los años ingresa desde Brasil y se puede hacer un seguimiento de cómo se va desparramando por Uruguay.

“En estos años que tuvimos roya asiática, entró desde mediados de enero hasta fines de marzo. Si entra a finales de marzo, ingresa en etapas avanzadas del cultivo y las mermas van a ser ínfimas. Si entra a mediados de enero, si se le dan las condiciones climáticas, puede causar daños potenciales”, explicó la experta de INIA.

Esta enfermedad hizo estragos en Brasil y han tenido muchas dificultades en poder ser controlada. “Hay que mandar muestras al laboratorio, todos los laboratorios públicos y privados están en el Saras. Son todos los laboratorios mirando muestras que van a unificar en un mapa los positivos”, explicó Stewart.

Resiembras. En el norte del país y otras zonas, siguen muy complicadas las resiembras de sojas de segunda y en algunos casos no se harán.

Más allá de las importantes lluvias que se desarrollaron en varias regiones del país, las perspectivas productivas para la soja “son buenas” y “somos optimistas” para la campaña, dijo a Rurales El País Nicolás Martínez, director de Agromotora Flores. En su zona, explicó que las de primeras y las de segunda tempranas están “muy buenas de estado”, aunque sí están necesitadas de sol. Martínez explicó que las chacras más complicadas por el exceso hídrico son aquellas que se sembraron después del 20 de diciembre.

El empresario aseguró que todavía “continuamos resembrando, lo cual es una locura, y con algunos cultivos que van por su tercera resiembra”. Además, comentó que “la escasez de semillas también resulta un problema”, en una zafra que se sembró “lo que había y no lo que agronómicamente era ideal”. El Director de Agromotora Flores aspira a que la soja logre cotizaciones de US$ 340 y US$ 350 por tonelada.