Los frigoríficos uruguayos todavía ni hablan de precios con los importadores japoneses, porque el mercado aún no está operativo.

Los tiempos para pronunciarse finalmente sobre la habilitación de plantas los marcan las autoridades sanitarias niponas. Los inspectores ya revisaron frigoríficos, el mercado está oficialmente abierto, con certificado sanitario acordado, pero falta que el Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón envíe el listado de plantas habilitadas.

“Es difícil sondear precios, porque los clientes no quieren hablar de valores si no pueden cerrar un negocio”, explicó a El País el presidente de la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu), Marcelo Secco.

Más allá del logro de Uruguay, que es el primer país libre de fiebre aftosa con vacunación que entrará con carne bovina madurada y desosada en Japón —que es libre de la enfermedad —, una vez operativo el mercado, “habrá que ver dónde está el espacio, sabiendo que entramos con una condición de más de 10% de arancel adicional frente a Australia”, explicó Secco. En Japón, al igual que en otros destinos, los aranceles pesan bastante al momento de cerrar un negocio.

A su vez, se precisará determinar “qué pasa con la agenda internacional que Uruguay decide tener en estos meses, para saber si por ese lado podemos mejorar. Estoy hablando de más de 10% de diferencia arancelaria en Japón que es difícil de llevar”, admitió el CEO de Marfrig y titular de Adifu.

Como ejemplo, argumentó que “en caso de Uruguay, el costo de flete a Japón es 10% o 15% más alto que si el envío va a China y eso restringe la posibilidad de entrar en un mercado diferencial con fuerza”.

A nivel internacional, Secco dijo que el mercado “está enrarecido”. Según su visión está bastante “desafiante” en precios y en oportunidades de mejora de valores de exportación.

El titular de Adifu sostuvo que la oferta de carne vacuna en Brasil y Argentina es más alta de lo esperado. “Brasil está con un ritmo alto de producción y Argentina tiene una oferta mayor a la que esperamos en el año. Teníamos duda si alcanzaba la oferta uruguaya y la superó ampliamente. El mercado no es tan ávido como para esperar una mejora de precios”, advirtió el empresario.

Más allá de ese panorama, explicó que Uruguay está operando a valores corrientes y con todos los mercados, pero contó que “todos los negocios están muy trabajados, muy conversados y eso es lo más dificultoso”, afirmó Secco.

La industria espera una retracción de la oferta ganadera a lo largo de este año, porque Uruguay está con el stock más bajo de novillos en los últimos 40 años y “eso se va a sentir”.