La ganadería uruguaya en 2018 tuvo un buen desempeño en los volúmenes de producción y los precios. Los segundos, seguramente se repitan en 2019, al menos en el caso del ganado gordo. Pero no sucederá lo mismo con la producción. Es un hecho que el sector cárnico nacional refleje, mediante una disminución de sus ventas, lo que ha sido la elevada extracción de años anteriores, tanto en la faena de animales terminados como en la exportación de terneros en pie.

En 2018 salieron del sistema ganadero 2,75 millones de vacunos por concepto de faena y exportación en pie. Teniendo en cuenta las existencias bovinas a mediados de ese año, la tasa de extracción fue del 24,3%, un 1,7% por encima de 2017. Es un máximo que se dio sin grandes desastres climáticos, sin olvidar la sequía del verano pasado; pero que tuvo mucho más que ver con una firme demanda que presionó al mercado, en el caso de la carne y de los animales en pie.

El nivel de extracción del año pasado se logró de la mano de un fuerte aumento de la faena de vientres. Una importante cantidad de machos se fueron hacia Turquía cuando eran terneros, por lo que se engordaron y faenaron en ese país. De hecho, la faena de novillos en 2018 descendió respecto a 2017. Los vientres fueron 50,4% de la faena y los novillos 47,4%.

Esta situación es insostenible. Sin mediar desastres climáticos, la actividad de la industria frigorífica disminuirá este año y, por lo tanto, también lo hará el ingreso de divisas por concepto de exportación de carne.

Sumado a eso, todo indica que habrá una contracción en la exportación de vacunos en pie. Previo a Navidad, Turquía comunicó que por un tiempo indeterminado no emitirá nuevos permisos para la compra de vacunos en pie, debido a un problema de sobre stock que está atentando contra el negocio de los corrales en ese país. Además, la devaluación de la lira turca a mediados de año, por más que luego logró cierta valorización, atentó contra el consumo de esta proteína animal.

¿Será cuestión que los exportadores encuentren alternativas al mercado turco? No son tan fáciles de conseguir, debido a que otros países de Medio Oriente -los principales importadores de vacunos- no tienen la preferencia de aquéllos por razas británicas o sus cruzas, por lo que es más difícil competir con la oferta brasileña a precios más bajos. En el estado norteño de Pará, el principal exportador de vacunos en pie de Brasil, el ternero cotiza en un eje de US$ 1,50 a US$ 1,60 por kilo, unos 30-40 centavos por debajo de la referencia uruguaya.

Por tanto, la lógica es que en 2019 se esté frente a una baja en la cantidad de animales faenados y exportados en pie. De aquellas 2,75 millones de cabezas extraídas en 2018, es posible que se pase a menos de 2,5 millones.

En cuanto al mercado, la reposición debería tener características distintas al gordo. En los animales para el campo, dado que la causa de las menores ventas es por una disminución de la demanda, habría que esperar que los precios evolucionen de forma más moderada. Mientras que en los ganados para faena la situación es contraria: la contracción vendrá por una caída de la oferta, por esta razón habría que esperar un mercado firme y fluido con precios sostenidos.

Oteando el panorama del año en cuanto a la demanda internacional para la carne vacuna, la expectativa es que siga siendo firme, con argumentos tanto desde la demanda como también en la oferta.

China precisará volúmenes crecientes de proteína animal. A la tendencia de fuerte crecimiento de las importaciones de carne vacuna en los últimos años, se le suma el déficit en la producción doméstica de carne de cerdo, debido a la epidemia de fiebre porcina africana que está obligando a sacrificar millones de animales. Pero tampoco hay que olvidar que están sintiendo el impacto de la guerra comercial con Estados Unidos.

El problema es la concentración de la demanda en China. Si tropieza, las alternativas no son tan claras.

Por el lado de la oferta, es un hecho que Australia reducirá sus exportaciones este año y es muy difícil que Brasil sostenga la tasa de crecimiento de 2018.