Comenzó noviembre, subieron los combustibles y cigarrillos, pero el apretón monetario estaría causando el efecto deseado en los precios, de acuerdo a los ojos del Gobierno. Envalentonados, la estimación de inflación del Palacio de Hacienda para este mes pasó de un 3% al 2,3%.

Con mayor cautela, los analistas privados, reconocen que el mes pasado hubo una baja frente al pico de septiembre y octubre, pero el IPC de noviembre lo ubican en el 3,1%, según lo expresó el REM del Banco Central conocido el viernes.

Para el Palacio de Hacienda, la inflación en noviembre estaría bajando de 3% a 2,3%, según sus modelos matemáticos

"La inflación en los últimos días fue cero, de acuerdo a los registros que se conocen", dicen en el Ministerio de Hacienda. Por ese motivo, mientras que hasta hace poco el Ejecutivo esperaba 3% para este mes, y un poco menos para diciembre, ahora recortaron la previsión y la llevaron a 2,3%.

Claro que reconocen que aún falta que transcurra el mes, pero, según describieron, la "masacre monetaria" estaría haciendo su tarea y llevando a una nula expansión en los precios.

Así lo confirmaron los presidentes de ambos clubes. Y también, la intención de trasladar los partidos del sábado 10 y 28, al domingo 11 y 29.

La "masacre monetaria", como grafican la política del Banco Central, estaría haciendo efecto en la expansión de los precios

Del otro lado, el sector privado pone reparos a tanto optimismo. "Estimamos que la inflación puede ubicarse en torno a 3,5%. Es una cifra aún alta pero baja en comparación con septiembre-octubre, que fue en torno al 6% mensual", sostuvo Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina.

Si bien como transcurrió menos de una semana de noviembre y aún no hay datos procesados, sí se cuentan ya con proyecciones con el conocimiento de algunos aumentos puntuales, como el de los combustibles que se dio el viernes pasado y se sumó al de los cigarrillos.

Durante este mes, ya impactan los aumentos de cigarrillos, combustibles, y falta el gas

Queda además el impacto de la suba del gas, que se aplicó recién desde la segunda semana de octubre, y del transporte, que fue desde la segunda quincena del mes pasado.

"Tanto regulados como la inflación núcleo deberían aflojar en noviembre", describió Sigaut Gravina. "Hasta ahora hay aumento confirmado de cigarrillos, nafta y arrastre en la primera quincena de noviembre de transporte público. Quizás se sume el subte que afecta sólo a Ciudad de Buenos Aires. No habría aumentos de luz ni gas ni agua", agregó.

Gabriel Zelpo, de Elypsis, sostuvo que respecto a las primeras semanas de septiembre sí se observa una fuerte baja, pero que el punto de comparación fue muy elevado. "Aún así no llegamos todavía a registros previos al salto cambiario", reconoció. Por ese motivo dijo ven un piso al IPC de noviembre de 3%.

Para Gabriel Zelpo, de Elypsis, los puntos de comparación de octubre con septiembre son muy elevados

Para noviembre falta todavía. El 15, el Indec dará a conocer el dato de octubre. Tras el pico de septiembre, mes en el que la inflación terminó en 6,5%, la más elevada de los últimos años, para octubre los analistas la ubican entre un 5% y 6%, casi cerca del máximo del año.

El propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, había dicho en una entrevista con El Cronista que los datos de la segunda parte de octubre marcaban una "desaceleración importante", y que el mes pasado sería elevado por el "arrastre fuerte" que había dejado el dólar. No obstante, vaticinó registros más bajos para noviembre.

Para octubre, los pronósticos coinciden en torno del 6%, desacelerados pero no tanto como había pronosticado Dujovne en El Cronista

Para octubre, Elypsis concluyó que la inflación fue 6%; Ecogo, de 5,8%; Ecolatina, de 5,3%; y CyT Asesores, en 5%.

Aún con una posible baja de la inflación en noviembre, el descenso sería hasta la "velocidad crucero" de la inflación mensual de Argentina de los últimos años: entre 2,5% y 3%.

La caída sería hasta un nivel de lo establecido ya como "inflación de crucero" histórica argentina, es decir, 2,5% mensual

Y, para el año, con un IPC que termine en 48%, tal como esperan varios consultores, marcaría la inflación más elevada desde 1991.