La posible suba en las alícuotas de distintos tributos mantiene en alerta a la producción agroindustrial de Santa Fe. Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) adelantaron que siguen con preocupación el proyecto de un nuevo “impuestazo”, por las subas en los Ingresos Brutos (IIBB) y en el Impuesto Inmobiliario. “Este tipo de medidas son contrarias a la baja del costo argentino que las pymes tanto necesitamos para ganar rentabilidad y competitividad”, destacó Gerardo Díaz Beltrán, Presidente de la entidad.

La legislatura provincial avanzó con la media sanción a un proyecto que promueve un incremento de la presión tributaria para las empresas que integran la cadena de valor agropecuaria, con subas de la alícuota de IIBB de 2% a 2,5% para el comercio al por menor y mayor de agroquímicos, semillas y fertilizantes, mientras que en el caso de la comercialización de granos realizada por cuenta propia por acopiadores se prevé aumentar de 0,25% a 1%.

También, el proyecto estipula un adicional del 300% del Impuesto Inmobiliario para todos aquellos inmuebles que sean utilizados en el desarrollo de actividades de comercialización y acopio de productos agrícolas, de transformación de cereales y oleaginosas, y actividades efectuadas por los bancos e instituciones financieras.

Cabe recordar que la semana pasada, el sector agroindustrial “festejo” que las personas físicas y sucesiones indivisas poseedores de bienes inmuebles rurales siguieran quedando exentas del pago de Bienes Personales, algo que se había propuesto gravar en el proyecto de Presupuesto 2019 (se estableció, en la media sanción, que sólo las sociedades pagarán 0,25% por sus campos).

Desde CAME advirtieron que “habrá quebrantos masivos y aumentos en los precios de los alimentos” si se incrementa la carga impositiva a pymes que integran la cadena de valor agropecuaria.