A pesar de las últimas medidas vinculadas con las retenciones, que en general tienden a desmejorar la relación insumo-producto, el uso de fertilizantes para la nueva campaña de soja podría incrementarse porque el escenario no se modificó de manera considerable, según estiman en Fertilizar.

Para Jorge Bassi, vicepresidente de la entidad, el desmejoramiento de la relación insumo-producto respecto a la campaña anterior no solo pasa por las retenciones sino que es fundamental tener en cuenta el panorama internacional, con precios en valores históricamente bajos.
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"Si bien se incrementó la cantidad de soja que se necesita para pagar un kilo de fertilizante, fertilizar la soja sigue siendo un negocio atractivo para el productor, porque la práctica tiene un alto retorno", indicó a LA NACION. Y agregó: "Lo que falta es mejorar la técnica de la fertilización. Manejar el diagnóstico de suelo para realizar una fertilización balanceada que maximice el rendimiento".

Estos conceptos se desprenden precisamente de las conclusiones a las que arribaron técnicos del INTA de 9 de Julio y de Fertilizar luego de ensayos realizados en al menos seis campañas en que midieron distintos lotes con parámetros con diferentes proporciones de usos de fertilizantes.

"Cuando uno le dice de triplicar la inversión, a los productores les cuesta subir la apuesta y asumir mayores riesgos. Hasta agosto se hicieron compras anticipadas, pero ahora cambió la dinámica y el productor define a último momento la compra", señaló.

Para el vicepresidente de la entidad, las compras hoy recién se hacen efectivas en la medida que se aseguran las condiciones climáticas para su uso. Como la última campaña de fina (trigo) fue excepcional la tendencia para este año completo es positiva con un crecimiento de entre un 6% a un 10% en la tecnología.

Rindes

Para Bassi, es clave fertilizar para apuntar a mejores rindes. "Hay buenos rendimientos, pero en los últimos 15 años se encuentran estancados. La deficiente fertilización es, en nuestra opinión, la principal limitante", expresó.

Los números de los ensayos son elocuentes: una correcta fertilización, en tiempo y forma, hace que los valores se incrementen de manera considerable. Para Bassi de las 16.900.000 hectáreas con el cultivo, unas 8.925.000 tienen el potencial, en función de una apropiada fertilización, de incrementar su rinde en 639 kilos por hectárea, lo que engrosaría la producción en 5.600.000 toneladas más de soja.

Entre las creencias que hay en el sector, algunos productores en campos arrendados dicen que fertilizar en campo alquilado es mal negocio. Sin embargo, Luis Ventimiglia, investigador del INTA, señaló que fertilizar no solo favorece a la tierra sino también a la producción anual que se llevan los contratistas de los campos. "El productor que aplicó los 140 kilos de fósforo por hectárea por año tiene un incremento promedio de 2000 kilos más", puntualizó. Y mostró que, descontando todos los insumos más las aplicaciones, tienen un resultado positivo de 299 dólares más.

Otros de las cuestiones que están en el colectivo popular es que en planteos rotados, fertilizar la soja no tiene sentido, pero según los ensayos realizados el retorno de la fertilización es alto. "Tampoco es cierto que la soja destruya rápidamente los suelos", concluyó el vicepresidente de Fertilizar.

Por: Mariana Reinke