El recuento de heridos y caídos en el campo de batalla desatado por la devaluación tiene ganadores claros: los exportadores. Sin embargo, no todas son buenas noticias. A las nuevas retenciones se les suma la incertidumbre cambiaria, que hace que quienes necesitan insumos importados no encuentren mercadería por falta de precios. Las compañías más chicas, que con el dólar a $38 ahora se ven competitivas para vender afuera, no cuentan con financiamiento para lanzarse. Como telón de fondo, la falta de acuerdos comerciales globales aparece hoy como la principal restricción externa.

Los exportadores se quejan por las nuevas retenciones —de $4 por dólar para productos primarios y servicios y de $3 para el resto de los productos— pero no las demonizan. Y el Gobierno las defiende. “Con un dólar más bajo las exportaciones crecían 17%. Ya con un dólar a $28/30 estaban teniendo más pedidos y viendo más posibilidades de exportación. Es incordioso, no estaba pautado, es un impuesto malo, pero no deja a los sectores productivos fuera de mercado”, declaró el ministro de Producción, Dante Sica, que en el Gabinete reducido quedó al frente de las medidas que afectan a los exportadores.


Uno de los sectores que enfrentan esta realidad dual son los productores de maquinaria agrícola. La semana pasada, el salto de la divisa los dejó sin precio para conseguir insumos importados. Pero a la vez, sobre todo en el rubro sembradoras —que requiere de pocos componentes importados— están celebrando: con este dólar están recontactando clientes.

En una lectura rápida, el sector que saldría más golpeado entre los exportadores sería el de los servicios basados en el conocimiento, que hasta ahora no pagaba retenciones. Sin embargo, desde ARGENCON, la cámara que agrupa a este tipo de compañías, salieron a “acompañar las medidas de emergencia para superar la crisis económica”, en lo que califican como “un aporte indispensable y excepcional para reencauzar el desarrollo del país”. El sector exporta por US$6.500 millones al año y pese a los movimientos de serrucho de la economía argentina, viene creciendo a tasas de dos dígitos año tras año.

Las retenciones a los servicios, que serían de $4 por dólar, son las más difíciles de implementar, ya que necesitan el aval del Congreso. “Hay que ver cómo quedan finalmente”, dicen fuentes del sector.

Desde la consultora ACM, Guido Lorenzo apunta que “las exportaciones no se verán afectadas por las retenciones. En el caso del agro, además del tipo de cambio, se ven beneficiados por el buen clima y los buenos rindes para la cosecha. El sector industrial también se ve favorecido con este dólar, si bien las tasas para financiar el capital de trabajo son altas. Por ahora no vemos que estén recortando planes, más bien están tratando de conquistar más mercados”.

“Las exportaciones son el componente de la demanda agregada que vemos más dinámico para el año que viene”, sostiene Lorenzo. DesdeACM calculan que crecerán 8%. Pero Lorenzo advierte que ve riesgo de que el tipo de cambio se atrase en 2019. Por eso relativizan las chances de que, como anticipan desde el Gobierno (ver página 5), en 2019 se recupere el superávit comercial. “Por como viene la inflación, el tipo de cambio de 2019 va a quedar en el nivel de 2011. No te va a sobrar nada como para pensar en un superávit”.

Un informe del IERAL consigna que el tipo de cambio actual está al nivel del de 2007. El instituto de la FundaciónMediterránea califica a las nuevas retenciones como “una medida de emergencia”. Para los analistas, más allá de la urgencia fiscal, el Gobierno debería implementar otro tipo de estrategias, “con incentivos más claros, efectivos y duraderos para la inserción externa de Argentina, una vez superado el actual trance económico y financiero”. Y advierten que, “aunque el nuevo plan económico sea exitoso, se logre contener el tipo de cambio y asegurar la capacidad de pago de Argentina, luego sobrevendrá un período con alguna apreciación cambiaria, generando dudas respecto a la estrategia exportadora que se necesita a largo plazo”.

El especialista en comercio exterior MarceloElizondo nos recuerda que Argentina es el país con peor performance exportadora de la región en los últimos 18 años. “Carecemos de un número significativo de empresas con escala, volumen, atributos cualitativos o condiciones suficientes para la internacionalización”, indica. En el país hay 5.800 empresas exportadoras, contra 10.000 de Colombia. Para despegar también es clave que se avance en acuerdos comerciales. Argentina solo tiene convenios con el 8% del PBI mundial, mientras México y Chile están conectados con el 70% del mercado global.

Para Diego Coatz, economista jefe de la Unión Industrial, “estos esquemas volátiles al que más afectan es al sector transable que invierte a largo plazo. La volatilidad genera actitudes defensivas. La industria necesita un sendero de previsibilidad cambiaria.Si no hacemos política industrial nos vamos a quedar afuera de todos los cambios en el mundo”.

Vuelve el superávit comercial

Si bien aún no es oficial, la intención del ministro Dante Sica es dividir la actual Secretaria de Comercio en dos. Así, habrá un área que se ocupe de la apertura al exterior y otra que esté a cargo de los temas internos. Miguel Braun, actual secretario de Comercio, estará al frente de esa nueva secretaria de Comercio Exterior. “La idea es darle más peso al trabajo de internacionalización de la producción argentina”, le dijo al Económico.

—¿Cuánto esperan que crezcan las exportaciones con el nuevo dólar?

—En los primeros siete meses de este año y limpiando el efecto de la sequía, las exportaciones crecieron 14%. Con este tipo de cambio más competitivo pensamos que va a seguir esta tendencia de crecimiento este año y el año que viene. En septiembre o en octubre vamos a empezar a tener superávit comercial.

—Este año se esperaba un déficit de US$8.000 millones y ahora se calcula que bajará a US$5.000 millones ¿Y en 2019 ?

—Tendremos superávit. Esperamos que las exportaciones crezcan por la competitividad y las mejores políticas de promoción. Con el dólar a este nivel va a haber un reacomodamiento del comercio, las importaciones van a bajar y la producción nacional va a crecer. No me gusta hacer pronósticos cuantitativos en situaciones volátiles pero creemos que habrá una dinámica positiva.

—¿Solo con el dólar alto alcanza?

—Nuestra estrategia tiene tres pilares: apertura de mercados, potenciar la competitividad a través de la inversión en infraestructura y la simplificación de los trámites para exportar. En el corto plazo tenemos una emergencia fiscal y a eso responden las medidas anunciadas estos días. Pero la exportación es una estrategia de mediano y largo plazo. Ahora vemos buenas posibilidades de avanzar en acuerdos comerciales con Colombia, Perú y Ecuador lo que beneficiaría a los sectores agroindustriales.

—En Argentina exportan muy pocas empresas. ¿Qué van a hacer para que haya más?

—Vamos a salir a buscar a las empresas que tienen potencial.La Agencia de Inversiones está haciendo un trabajo casi artesanal. Y estamos trabajando con el BICE para que haya más líneas de financiamiento.

—¿Qué pasará con quienes tienen insumos importados y se ven complicados con las nuevas retenciones?

—Algunos tienen un alto porcentaje de sus costos en dólares. En esos casos vamos a trabajar en soluciones específicas. Lo estamos viendo caso por caso.