El titular del INTA San Francisco, Alejandro Centeno,  estuvo en Villa María presentando los datos de la encuesta sectorial que realizó el organismo en 200 tambos de las principales cuencas productivas del país.

En cuanto a los precios y saldos exportables dijo: “Lo que se ve respecto de otros años es una pérdida, en valores numéricos, de los principales indicativos productivos: cayó la productividad por hectárea, cayó la producción individual. Todo esto asociado a la cuestión climática que han condicionado los resultados productivos”, explicó Centeno, ante la consulta sobre los resultados de la encuesta sectorial presentados.

El ingeniero agrónomo reconoció que muchos emprendimientos productivos pasan hoy por graves problemas provocados por la disparada del dólar “sobre todo, aquellos productores que venían arrastrando algún problema financiero, ya que muchas deudas eran en dólar, eso pegó durísimo porque pasó de 17 a 30 en poco tiempo y afectó principalmente a los costos de alimentación”.

Igualmente, Centeno fue bastante optimista en cuanto a los próximos meses para la producción y auguró una suba de precios interesante.

“Los precios parece que se están acomodando, los valores están llegando a 7 pesos o 7,2 pesos, y algunos hablan que posiblemente se puede llegar a 8 pesos, aunque la industria no quiere hablar mucho del tema porque no se sabe cuánto puede durar eso”, graficó y agregó: “La cuestión climática será clave también porque venimos de una sequía bastante complicada en Córdoba, y muy marcada en las zonas lecheras. Si bien ha llovido en los últimos días, ni siquiera sirvió para mejorar los perfiles”.

“Venimos de un verano en el que lo que se pudo producir, se hizo a raíz de las reservas acumuladas en los perfiles por las inundaciones. Hoy nos consumimos esa agua del perfil y ya hoy los perfiles de humedad en suelo están bastante secos, lo que hace necesario de una lluvia de 50 u 80 milímetros como para arriesgar una siembra de primera”, marcó.

El titular de la delegación del INTA en San Francisco, señaló que las expectativas de producción lechera argentina para este año son de alrededor de 9 mil millones de litros, o sea por debajo de años anteriores.

La llegada de la primavera hace suponer un incremento en la producción lechera, y precisamente esto obliga a analizar qué hacer con los excedentes como para que el precio al productor no vuelva a bajar.

“Hoy el 10 por ciento de la producción se está exportando y se supone que es por la reducción que se dio en el consumo interno; lo que generó un excedente, y ahí se maneja un poco el tema de los saldos exportables. Entonces, si la producción aumenta y el consumo interno sigue restringido, esa otra leche que se produzca como excedente debería irse como para mantener el precio”, consideró el experto.

“Igualmente, el tema es saber si la industria Argentina está en condiciones de exportar y si el empresario argentino quiere hacerlo, y la otra cuestión que veníamos conversando semanas atrás es qué tipo de lechería queremos: ¿Somos una lechería de exportación?. ¿Somos una lechería de consumo interno?. ¿Somos una lechería que exportará solamente saldos?. Aún no hemos podido definir qué tipo de lechería queremos como país”, reconoció.