En abril de 2018 la actividad económica provincial se retrotrajo un 0,5%. Esto implica una reversión importante en el marco de una expansión cuyo comienzo data de agosto de 2016. Aunque la tasa interanual sigue siendo positiva (0,8%) esto se debe a la performance del índice en 2017, ya que durante 2018 el resultado neto de la economía se ubica en -0,4%.

Durante el cuarto mes del año once de los catorce sub-indicadores que componen el ICASFe presentaron variaciones mensuales negativas, cinco de los cuáles también se encuentran en situación desfavorable en términos interanuales. Los puestos de trabajo registrados mostraron un incremento del 0,2% mensual, y del 1,0% en la variación interanual.

Una situación que suele darse aún en los primeros meses recesivos pero que podría revertirse en la medida que la caída de la actividad continúe. Por su parte, las remuneraciones reales siguieron retrocediendo, con tasas del -0,3% mensual, y del -1,4% interanual. De la misma forma las tasas para la demanda laboral fueron de -1,5% y -15,1%, respectivamente. Las ventas en supermercados mostraron en abril la primera variación negativa del año siendo la misma de -1,3%; a pesar de esto todavía se mantienen en terreno positivo en relación a igual mes del año anterior (5,7%).

La inversión en bienes durables también cayó en abril. En el caso del patentamiento de vehículos nuevos el mismo fue de -2,1%, y para el consumo de cemento de -4,9%. Pero ambas mantienen su posición interanual favorable con tasas del 9,6 y 8,2%, respectivamente. En cuanto a los indicadores relativos al conjunto del sector manufacturero el consumo de energía eléctrica registró una caída del -0,7% mensual, y la estimación para el consumo de gas industrial fue de 0,3%.

Por su parte las variaciones interanuales fueron de 3,1 y -8,7%, respectivamente. Analizando en particular al sector agroindustrial, el consumo de hidrocarburos cayó un 1,9% mensual, pero sube un 12,4% respecto a abril de 2017. Para la producción láctea la disminución mensual fue del 0,2%; para la faena de ganado bovino y porcino del 2,2%, y para la molienda de oleaginosas del 2,4%. En tanto sus variaciones interanuales fueron de 4,8%, 3,0% y -13,5%, respectivamente. Las ventas de maquinaria agrícola marcaron disminuciones del 0,5% mensual y del 21,1% interanual.

Por último, los recursos tributarios se resguardaron en el selecto grupo de sub-indicadores con incremento mensual, siendo la tasa de abril del 0,1%. En correlación muestran un incremento interanual del 2,7%. Síntesis y perspectivas La variación interanual del ICASFe fue de 0,8% en abril de 2018, marcando una importante desaceleración en el ritmo de crecimiento interanual.

De continuar esta situación existe la posibilidad de que hacia mediados de año el nivel se traslade al cuadro negativo. En este sentido, el resultado de abril implica una fuerte señal de alerta para la actividad económica de la provincia, y ciertamente una situación no prevista en informes anteriores.

En la coyuntura se registraba con claridad la caída de las remuneraciones reales, pero el incremento en el ritmo devaluatorio y la situación financiera del sistema empresario fueron haciendo que se acoplen los indicadores de todo el arco productivo. Las perspectivas para los próximos meses resultan poco prometedoras y es difícil realizar predicciones certeras más allá del primer semestre del año.

El shock cambiario y la turbulencia financiera seguramente tendrán un impacto negativo de corto plazo sobre la economía; a mediano plazo se irán haciendo evaluaciones de lo que ocurra con el sector exportador, la industria nacional y los márgenes de la actividad agropecuaria.