El Gobierno completó el Inventario Nacional de Glaciares, un hito que pone fin a un pasivo en materia de política pública ambiental. Se trata de un paso imprescindible para el cumplimiento de la ley de presupuestos mínimos para la preservación de los glaciares y de los compromisos globales que la Argentina ha suscripto.

La presentación, en la Casa Rosada, estuvo a cargo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman.

El inventario es una herramienta fundamental para conocer y conservar nuestros recursos hídricos estratégicos. Identifica y caracteriza glaciares y periglaciares que actúan como reservas hídricas de nuestro país y cuenta con información necesaria para su adecuada protección, control y monitoreo.

Durante años se optó por esconder la tensión natural que existe entre el desarrollo productivo y el cuidado del ambiente. Es por eso que se evitó avanzar con el inventario, desfinanciándolo, para no abordar los temas de fondo y los conflictos que surgen del uso y el acceso a los recursos naturales.

En diciembre de 2015, con menos del 10% del inventario publicado luego de cinco años de vigencia de la norma, la cartera que conduce Bergman tomó a su cargo junto al Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla) -organismo técnico responsable de realizar el estudio- un plan de acción que ahora acaba de completarse.

Los glaciares cordilleranos significan un 70% de la reserva hídrica de todo el país: cualquier actividad que allí se desarrolle requiere de una profunda reflexión política y científica sobre sus verdaderas consecuencias.

Es bien sabido que los glaciares constituyen reservas de agua fundamentales para el desarrollo, conforman recursos hídricos estratégicos no solamente para el desarrollo de actividades productivas, los ecosistemas y la biodiversidad, sino también para el cumplimiento de uno de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) suscriptos en la Agenda 2030: garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.

Hoy se conoce que la Argentina cuenta con cuerpos de hielo que ocupan una superficie de 8484 kilómetros cuadrados, una superficie equivalente a 41 veces la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De esta manera, la enorme cantidad de masa de hielo inventariada y el alto grado de detalle alcanzado en el Inventario Nacional de Glaciares representan un instrumento sin precedente, con múltiples aplicaciones en la planificación y gestión ambiental del territorio.

A partir de este momento las provincias cuentan con una herramienta que permite definir qué actividades pueden realizarse y cuáles no. Seguramente será necesario precisar algunos aspectos de la norma para evitar ambigüedades o potenciales conflictos.

El inventario es, esencialmente, un instrumento orientado a la protección de las fuentes de agua potable y a generar un desarrollo que no comprometa nuestros recursos estratégicos. Los glaciares son agua, un elemento vital para un desarrollo sustentable de todos los argentinos y aquellos que integren las futuras generaciones, y por lo tanto deben ser cuidados.