VILLA GESELL.- Fue sólo un susto. Ayer, la tranquilidad de la tarde en la playa de esta ciudad se vio súbitamente interrumpida por una densa columna de humo negro que provenía del bosque. Ante la amenaza, los vecinos y los turistas corrieron hacia la playa para resguardarse.

La densa humareda era el indicador de un incendio en la zona boscosa de la localidad de Colonia Marina, en el límite entre esta ciudad y Mar de las Pampas. Hasta el cierre de esta edición, aún no se conocían las causas del fuego.

Rápidamente, ardieron entre ocho y 10 hectáreas, en un área con mucho material combustible. Dos días antes, el 1° pasado, se produjo un incendio en el mismo lugar, que tuvo en vilo a los bomberos en la primera noche del año. En aquella oportunidad se sospechó que algún fuego artificial había sido el responsable.

Alrededor de las 19, el fuego fue controlado. Los bomberos hicieron guardias de cenizas para controlar que no se propagara. Actuaron para combatirlo alrededor de 15 dotaciones de bomberos de Villa Gesell, Pinamar y General Madariaga. Trabajaron también en el lugar aviones hidrantes y camionetas 4x4 de Defensa Civil.

El intendente de esta ciudad, Gustavo Barrera, estuvo en las inmediaciones y hasta ingresó a la zona del incendio subido a una grúa. En diálogo con LA NACION destacó la velocidad con la que respondieron los bomberos. Así, según indicó el mandatario, lograron que no hubiese que lamentar heridos. También precisó que el fuego no alcanzó a las viviendas.

Quienes se alojaban en Duna de las Pampas, el resort más cercano a las llamas, fueron los más perjudicados. Laura Giacosa estaba disfrutando al aire libre cuando su hijo, que jugaba en el complejo, le avisó que veía fuego. "Levanté la vista y vi una columna gigante de humo negro, con un fuego rojo que venía arrasando", cuenta, aún asustada. Fue ella la que gritó y alertó a todos los ocupantes del resort para que se autoevacuaran. Veloces, se subieron a sus autos con las llamas que los seguían a pocos metros. Cuenta que lo que más la asustó fue el ruido de los pinos quebrándose.

Leticia Ramírez había salido con su marido y cuando se acercó al resort vio la columna de humo. Se quedaron encajados en la arena del susto. "Fue todo muy rápido. Primero fue un fueguito, después la llamarada, y luego tuvimos que correr para que no se nos quemen los autos. Gracias a Dios que nos salvamos. Voy a dormir con un ojo abierto".

Se comprobó que el fuego llegó prácticamente hasta el límite de los departamentos.

En las inmediaciones del incendio, los bomberos mencionaron la figura del 30-30-30, una combinación de factores climáticos especialmente peligrosos cuando se trata de incendios forestales: 30°C o más grados de temperatura, menos de 30% de humedad en el ambiente y más de 30 nudos de velocidad del viento. Este último elemento fue el mayor desencadenante para la propagación veloz del fuego.

En todo momento, mientras trabajan los bomberos, se acercaron vecinos a ofrecerles agua. Las familias alojadas en el complejo quedaron en la calle, aguardando la orden de los bomberos para volver a ocupar las unidades.

Daniel Luna, del Consejo de Bomberos Voluntarios, afirmó a la agencia Télam: "En estas épocas pasan estas cosas, cuando hay más turistas en la zona se acrecienta el riesgo de incendios. Las llamas estuvieron cerca de afectar un complejo turístico". Momentos después de controlar el fuego, el bombero señaló: "Nos toca ahora recorrer y enfriar la zona, ya que todavía hay brasas y árboles encendidos".

En la zona, aún es reciente el recuerdo del devastador incendio que destruyó parte del bosque de Cariló y Valeria del Mar a mediados de diciembre de 2016. Ese siniestro destruyó unas 50hectáreas de bosque, cruzó la ruta interbalnearia y llegó a metros de una estación reductora de presión de gas.