Maderas del Orinoco aumentó su producción a 1.400 metros cúbicos mensuales en cuatro meses de gestión de los trabajadores, informó el presidente de la empresa, Jhan Urdaneta.

En entrevista para El Mundo, Economía y Negocios, explicó que empezaron a trabajar con 400 metros cúbicos de madera por mes y después de abordar elementos medulares referidos a maquinaria y organización, lograron el incremento.

Además de madera aserrada, han sacado productos nuevos al mercado. Entre ellos, varas de eucalipto para las empresas básicas, específicamente para Venalum que antes las importaba, dijo.

“Empezamos a diversificarnos y aparte de la madera en pie, en rola y aserrada, estamos incorporando nuevas líneas de productos. Estamos haciendo reparaciones para incorporar los estantillos nuevamente”, indicó.

La reactivación incluye toda el área de carpintería para impulsar la elaboración de pupitres, puertas y así abaratar los precios.

Para lograr estos objetivos están limpiando los canales de comercialización. Se busca garantizar que la madera aserrada llegue a la mayor cantidad de productores, acercándola a la pequeña y mediana carpintería de manera directa, sin intermediarios.

Atienden incluso a los grandes carpinteros que tienen problemas de materia prima y están interesados en reactivar sus espacios productivos. “Se están acercando a nosotros directamente y estamos dándoles respuestas para activar la transformación aguas abajo”, expresó.

Anteriormente, en el proceso intervenían distribuidoras que abultaban los costos. Por esta razón, quieren que el consumidor vaya directo a la empresa y de esta manera reimpulsan “la generación de empleos y se bajan los precios, porque se eliminan parte de los intermediarios”.

Urdaneta resaltó que Maderas del Orinoco se está preparando para el proceso de exportación. Indicó que antes no lo había hecho directamente pero al revisar la cadena de comercialización, se dieron cuenta de que producen una de las mejores semillas de pino tratadas genéticamente y que es solicitada a escala mundial.

La venta estimó, puede comenzar en dos meses y estaría dirigida en principio, a países de la región sin descartar otras naciones con vocación forestal como China. “Empezaríamos en dos meses, una vez que prepararemos toda la arquitectura ”, señaló.

Arranque de Pulpaca

Sobre la planta de pulpa y papel, Pulpaca, precisó que se viene construyendo desde hace años y que tiene 80% de avance; próximamente empezarán la instalación de equipos y maquinarias.

Indicó, que tiene capacidad operativa de 250.000 toneladas de papel al año, de las cuales 100.000 serán para consumo interno y 150.000 para exportación.

Urdaneta explicó que con la puesta en marcha, aprovecharían integralmente el bosque porque los árboles se dividen en madera gruesa (destinada a las líneas de aserrín) y delgada (que se está usando para otros elementos); esta última iría a la planta que podría comenzar a funcionar en 17 meses y elaboraría papel para diferentes usos, desde el periódico hasta el bond.

Urdaneta aseguró que sólo falta la inversión en bolívares para el arranque, porque ya las maquinarias se compraron. Destacó que hay suficiente materia prima para surtir cualquier industria del tamaño que sea en el país, pues cuentan con 480.000 hectáreas de patrimonio forestal.

Aunado a esto, están por activarse una planta cablera y cinco líneas de aserraderos, que ya están en Venezuela, de las cuales Pdvsa Industrial lleva avanzadas las construcciones. Solo falta la aprobación de los recursos por parte del Ejecutivo. “Nos convertiríamos en una potencia latinoamericana”, subrayó.

Mencionó que antes, nadie conocía el sector forestal “y resulta que tenemos el bosque de pinos plantado por el hombre, más grande del mundo”.

Como es un área delicada, recientemente se creó la Corporación Socialista de Economía Forestal, para coordinar todo lo que involucra el negocio.

De Maderas del Orinoco depende el 80% de la materia prima de pino en el país y están cubriendo esa demanda. Los trabajadores están preparando los viveros para plantar el ciclo 2016-2017. Pasarán de las 3.500 hectáreas de este año a 15.000 el año que viene. Así garantizan la reposición y superan lo que afectaron para ampliar el patrimonio forestal.