Son tiempos de bolsillos flacos, de almacenes que ya no fían, de créditos vencidos, de alquileres impagos y de rutas cortadas casi a diario por municipales que salen a las calles a reclamar detrás de un sueldo que se demora, según informó Diario Los Andes. Son más de 270 familias viñateras que no van a cosechar porque no hay uva en sus fincas.
“Desde lejos el parral se ve verde y tal vez, alguien que no conoce suponga que está todo bien, pero si se arrima se va a encontrar con que no hay racimos, es pura hoja nomás”, dice José, un productor que tiene su finca a la salida de Las Catitas y que en estos meses sufrió heladas, granizos y lluvias interminables, que han dejado tanta agua que los pequeños racimos se pudren.
“La uva se les está pudriendo antes de florecer, hablo de contratistas, de gente que no va a cosechar nada porque no hay uva. La producción en Santa Rosa no vale y lo poco que hay se la llevó la piedra, la helada y la pudrición de la lluvia”, dijo el intendente Sergio Salgado.
Adrián Arancibia es director de Desarrollo Económico: “Entre setiembre y noviembre cayeron en Santa Rosa dos heladas, dos granizadas y el agua de varias tormentas. Hay más de mil hectáreas sin producción”. Una hectárea de uva criolla en condiciones normales, da unos 300 quintales, pero en muchas fincas afectadas no esperan ni siquiera el 10%.
“En estos meses no llegó ayuda de la Provincia. Entregamos sulfato a 18 productores y tenemos una lista de 270 afectados; tampoco se pagó el Fondo Solidario Agrícola y al subsidio para Cosecha y Acarreo lo recibieron menos de cien productores”, enumeró Arancibia.
Hernán Villegas tiene cuatro hectáreas en Las Trincheras: “Nos pasó de todo, heladas, granizo y lluvias. La verdad es que hace ocho años que en Santa Rosa una finca pequeña no cubre ni siquiera los gastos, porque además el vino no vale; si no tenés otro ingreso para mantener la finca, la tenés que abandonar, es así de sencillo. Yo ahora estoy desbrotando para la cosecha 2017 porque a esta ya la perdí, no queda nada”.


