La primera jornada del mes de octubre se presentó muy inestable con lluvias que comenzaron a llegar a final del día y que se prologaron durante la madrugada del viernes para cubrir buena parte de la región pampeana. En muchas localidades de ER, SF y buena parte de BA, solo con este evento los acumulados superaron las marcas de septiembre, lo cual rebela el paso deficitario del pasado mes. Este panorama de cambio se reforzó con lluvias que se concretaron cambiando del martes para el miércoles, observándose al presente una mejora temporaria de las condiciones del tiempo. No obstante esto, el noreste del país y el centro norte de la Mesopotamia están dentro de una importante zona de mal tiempo con epicentro en el sur de Brasil.

El cambio en la oferta de agua comienza a dar señales de la entrada al semestre cálido. Normalmente octubre evidencia un crecimiento en los acumulados pluviales independientemente de los forzantes climáticos de gran escala. Podemos decir que las lluvias que se vienen observando en el sur de Brasil, posiblemente ya se puedan vincular al desarrollo del fenómeno de El Niño. Esta relación aún no puede confirmarse plenamente, pero el sistema de mal tiempo que domina la zona repite uno muy similar observado en la última semana de septiembre y justamente es razonable esperar que la influencia sobre la región pampeana de este fenómeno sea progresiva con el avance de la primavera de norte a sur.

Las perspectivas para las próximas jornadas marcan el paso de una onda más estable y que promete mejorar temporariamente las condiciones del tiempo. El mismo volvería a inestabilizarse desde la tarde noche del sábado y hasta el lunes inclusive. No se esperan lluvias de gran porte dentro de este período, pero la frecuencia de eventos pluviales comienza a aumentar.

Las precipitaciones de la primera semana de octubre han generado una significativa recuperación de las reservas en gran parte de la franja oeste de la zona núcleo, pero sin alcanzar con eficiencia suficiente las zonas del oeste de CB.

Las lluvias han sido más que oportunas para el desarrollo de los cultivos de la fina y para los maíces recientemente implantados. Puede verse como un aspecto negativo la continuidad de las coberturas nubosas y los altos niveles de humedad, ambiente que dificulta el retroceso de las enfermedades fúngicas y exigirá mayor atención y eventuales tratamientos en este sentido.

La entrada al fin de semana presentará un cambio de ambiente que devolverá las temperaturas a condiciones de transición estacional, sin embargo no se espera un descenso térmico capaz de generar heladas. Se espera que la recirculación de aire húmedo durante las próximas jornadas favorezca el despliegue de nubosidad y debido al enfriamiento de las capas bajas de la atmósfera se verán favorecidas las lloviznas o lluvias débiles. Recién a partir del martes se consolidaría una mejora de las condiciones del tiempo en forma más sostenida. Las heladas para viernes y sábado quedan restringidas a la zona triguera del sur, las cuales en esta fecha aún no pone en riesgo los cultivares de cebada o trigo.

Como mencionamos anteriormente, las lluvias parecen encaminarse a cumplir con el cambio que marca el comienzo del semestre cálido. Por lo pronto no hay argumentos para esperar eventos pluviales de volumen excesivo como los que si ya se han observado en el este sudeste de Corrientes y con mayor despliegue en el estado brasileño de Río Grande do Sul, algo que tampoco ha sido ajeno al norte uruguayo. Es razonable esperar que en esta última parte del año, la Mesopotamia, el NEA, SF, el este de CB y el norte de BA configuren una gran región que en forma alternada sea receptora de un importante volumen de agua.

  • Por CCA - exclusivo Agrositio
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