Pero en América Latina, y en la Argentina en particular, la realidad es distinta. Alrededor del 40% de los papeles para impresión y escritura del país son fabricados a partir del bagazo de la caña de azúcar. Una materia prima renovable que en los últimos años despertó el interés de los mercados de papel más exigentes del mundo. Tal es el caso de Estados Unidos, donde recientemente logró ingresar este producto de calidad superior e innovación sustentable a nivel ambiental procedente del Ingenio Ledesma de la provincia de Jujuy. También se exporta a otros países.
“Aquí, en Jujuy, hacemos quedar bien a la Argentina cuando exportamos papel de primera calidad, que se vende en toda América. A ese papel también lo transformamos en resmas, cuadernos, repuestos escolares y papeles encapados en San Luis”, afirmó Carlos Blaquier, Presidente del Directorio de la centenaria empresa Ledesma, en el marco de la celebración de los 50 años de la Fábrica de Papel realizada recientemente en la provincia de Jujuy.
En el mundo solo cuatro países fabrican papel con fibras de caña a de azúcar: India, Sudáfrica, Colombia y Argentina. En el norte de nuestro país son dos las empresas que lo producen: Papelera de Tucumán y el Ingenio Ledesma de Jujuy.
En el caso de la Papelera tucumana, ubicada en la localidad de Lules, la materia prima que utiliza para la producción de papel son las fibras de caña de azúcar, uno de los principales recursos fibrosos renovables, pero con un mix de fibras madereras. Por ello, la empresa sostiene que su producción tiene un impacto ambiental sustancialmente menor que el de las fábricas que utilizan solo las clásicas fibras de madera.
Por su parte Ledesma en los últimos 15 años duplicó su producción de papel. Tras una inversión que superó los 80 millones de dólares, pasó de 60 mil toneladas a las 120 mil actuales. Gran parte del papel que se produce en Jujuy se destina a San Luis, donde la empresa tiene una planta de cuadernos en Villa Mercedes y una planta de papel encapado –la única de la Argentina- en la capital puntana. Allí el papel se transforma en 12,5 millones de cuadernos y 25 mil toneladas de papel encapado, según el último ejercicio de la empresa. En Jujuy, Ledesma también produce 22 millones de resmas para copias.
En este sentido Blaquier señaló: “Hoy tenemos la única fábrica en el mundo que produce papel con caña de azúcar a una velocidad de mil metros por minuto, y ha implementado hace varios años una técnica de fabricación que sigue siendo la más sofisticada en el mundo”. La energía que utiliza para su producción proviene de en un 40% de fuentes alternativas y renovables.
En el ejercicio 2013-2014, Ledesma renovó la certificación del sello Producto Yungas - FCA (fibras celulósicas alternativas) otorgado por la Fundación ProYungas y auditado por IRAM. Este sello certifica que en la región de las Yungas es posible producir protegiendo el medio ambiente.
“Todo esto se da en el entorno inigualable de las yungas jujeñas, que protegemos todos los días, porque somos conscientes que de nada vale una buena rentabilidad económica si al mismo tiempo no cuidamos esta tierra que nos da nuestra materia prima. En Ledesma preservamos 100 mil hectáreas de yungas para las futuras generaciones. A esto se suman las 76 mil del Parque Nacional Calilegua, que se donó en 1974” aseguró Blaquier.
La producción de papel a partir de la fibra de caña de azúcar promete ser uno de las actividades del futuro por su bajo impacto en el ambiente. En nuestro país, Argentina, esta industria ya tiene medio siglo.


