Negro el 24 es el pleno al que el Gobierno está apostando fuerte para renovar el plan Precios Cuidados y evitar una aceleración de la inflación. Desde hace una semana, el secretario de Comercio, Augusto Costa, y su segundo, Ariel Langer, iniciaron una nueva ronda de encuentros con empresarios con dos objetivos muy claros. El primero es cerrar antes del próximo viernes la cuarta etapa de Precios Cuidados, que entrará en vigor en los primeros días de enero. El segundo -y más ambicioso- objetivo es que el acuerdo contemple que los aumentos anuales en ningún caso superen el 24 por ciento.

La cuenta que hacen en la Secretaría de Comercio es que tomando como punto de partida los precios que tenían los artículos de la canasta oficial el 6 de enero de este año, los aumentos autorizados a lo largo de todo el año tendrán como tope el 24%. Según los datos de Economía, hasta octubre (fecha del último aumento autorizado), la canasta de Precios Cuidados acumuló un aumento promedio de 12 por ciento, aunque las subas fueron muy variadas según el rubro. El mayor incremento se registró en el azúcar, que acumuló un aumento de 20%, seguido por los aceites y las leches (18%), mientras que las pastas secas y las gaseosas tuvieron un incremento que rondó el 10 por ciento.

El 24 no es un número arbitrario. En las últimas semanas, Costa y el ministro de Economía, Axel Kicillof, pronosticaron que la inflación de todo el año se ubicará entre 23 y 24%, lo que implica no sólo anticipar lo que puede pasar en lo que resta de diciembre, sino también un acceso a información privilegiada, ya que recién hoy se conocerá el índice oficial de inflación de noviembre, que difundirá el Indec.

La intención del Gobierno no sería ampliar la canasta oficial, que hoy está integrada por 383 productos, y la renovación incluiría la repetición del sistema actual de revisiones trimestrales de los precios.

Las negociaciones con las empresas proveedoras se iniciaron hace una semana y en las firmas que ya pasaron por la Secretaría de Comercio aseguran que el clima de los encuentros fue distendido.

"Hasta ahora viene todo como si fuera Disneylandia, porque el primer objetivo que tiene el Gobierno es evitar que alguien se baje del acuerdo. Pero tan importante como el aumento que finalmente nos autoricen para los productos de Precios Cuidados es la aprobación que nos den para avanzar con la suba en el resto de los productos que vendemos y que también están sujetos a los controles de facto", se sinceró el director de una multinacional, que se encarga de negociar los aumentos con Costa y Langer.

"El trato es el mejor porque están muy contentos y realmente convencidos de que lograron frenar la inflación, pero a la vez hablando te reconocen una suba en los costos muy superior al 24%", coincidieron en otra empresa que participa del plan desde su lanzamiento, en enero de este año.

Hasta el momento, las negociaciones oficiales están concentradas en los grandes fabricantes de alimentos, bebidas y artículos de limpieza y tocador, mientras que a partir de hoy llegará el turno de los encuentros con las cadenas de supermercados, que manejan su propia canasta de Precios Cuidados.

"Nosotros les pedimos adelantar todo lo posible las reuniones con los funcionarios, porque no queremos que se repita lo del año pasado, cuando terminamos negociando la lista de Precios Cuidados el 31 de diciembre", explicaron fuentes del supermercadismo.

Estrategias

Para las empresas, el programa cumple una doble función. Por un lado, significa la mejor manera de ganar participación de mercado, aun a costa de recortar sus márgenes de ganancia. En un contexto de caída generalizada del consumo, los productos que integran la canasta oficial son prácticamente los únicos que muestran crecimientos de volumen de venta en 2014, y en algunos casos puntuales, como las marcas de yerba mate o azúcar, sus ventas están cerrando el año con aumentos superiores a 200 por ciento.

Las marcas que integran el programa además se ven beneficiadas por una fuerte inversión publicitaria por parte del Gobierno, que incluye no sólo los folders que se publican en los diarios y los comerciales en televisión, sino también los carteles en las góndolas que identifican los artículos de Precios Cuidados. Estos rótulos se convirtieron en una herramienta fundamental para un consumidor que se encuentra cada vez más desorientado por la inflación y le cuesta identificar si un producto está caro o barato.

A este factor se suma el hecho de que la adhesión al plan oficial también se convirtió en una estrategia a la que apelan las grandes empresas para poder colar aumentos de precios en los demás artículos que venden, bajo la premisa de trabajar con "una isla de pérdidas" (que serían los productos que integran Precios Cuidados) en "un mar de ganancias" (es decir, el resto de sus marcas y presentaciones.

La herramienta favorita de Kicillof y Costa

Aniversario

La canasta de Precios Cuidados cumplirá un año el próximo 6 de enero

Resultados

En el equipo económico aseguran que tuvo un papel clave para desacelerar la inflación

Inflación real

En los hechos, los resultados fueron bastante menos auspiciosos y la inflación real cerrará 2014 arriba de 35 por ciento

Aumentos

Entre enero y octubre la canasta de Precios Cuidados acumuló un incremento promedio de 12%

Rubros más castigados

Las subas no fueron parejas en todas las categorías; en azúcar, aceites y leches superaron el 18% anual

Objetivo anual

La intención oficial es que en ningún rubro el aumento supere el 24 por ciento.