Fertilización fosforada en girasol
Ing. Agr. (M Sc.) Sebastián Zuil - Mat. Prof. N° 3/0156
Ing. Agr. Luciano Mieres - EEA INTA Reconquista
El fósforo (P) es un nutriente considerado como esencial para el crecimiento de los cultivos; forma parte de ácidos nucleicos, proteínas y está directamente relacionado con la transferencia de energía en los procesos fisiológicos de las plantas.
Los máximos requerimientos son a partir de los 40 días de sembrado el cultivo, aunque por su baja movilidad en el suelo se aplique gran parte de los requerimientos al momento de la siembra.
Por otro lado, la eficiencia de uso de este elemento está directamente relacionada a las condiciones ambientales en la que se desarrolla el cultivo. Los cultivos que presentan deficiencias de P se caracterizan por un menor y lento crecimiento inicial de la planta, el cual afecta principalmente el crecimiento durante el ciclo del cultivo. Las plantas deficientes presentan menores tasas de expansión de hojas, área foliar y, según la especie, menor número de hojas.
El norte de Santa Fe se caracteriza por tener bajos niveles de fósforo en los suelos. Para evaluar la disponibilidad, el análisis de suelo es la herramienta más importante. Con ella podemos determinar la cantidad de fertilizante al momento de la siembra de los cultivos. El cultivo de girasol requiere aproximadamente unos 5 kg de P por tonelada de granos producidos.
Al momento de la siembra, es importante tener en cuenta la ubicación del fertilizante fosforado, ya que las semillas de girasol son sensibles a los efectos salinos y fitotóxicos de este tipo de fertilizante. Por ello es necesario que la ubicación del fertilizante fosforado sea “al lado” y no “sobre” la línea de siembra. Sin embargo existen actualmente en el mercado nuevas formulaciones de fertilizantes fosforados como por ejemplo los fertilizantes líquidos, los cuales se aplican luego de la siembra y se incorporan con la humedad de suelo o con precipitaciones. Se ha demostrado que la fertilización líquida mejoró la eficiencia de uso del nutriente y disminuyo los inconvenientes de fitotoxicidad en girasol.
En la EEA del INTA Reconquista
En INTA Reconquista se realizó un experimento para determinar el efecto de la fertilización fosforada líquida sobre el rendimiento del cultivo de girasol en un lote con niveles medio de fósforo. Para ello se utilizó el híbrido Paraíso 103 CL sembrado el 23 de agosto de 2011.
Las parcelas se mantuvieron en condiciones de secano, sin efectos de las malezas e insectos y enfermedades perjudiciales. El fertilizante líquido fosforado fue provisto por la empresa Dualfos (P2O5, Anhídrido fosfórico, 10% p/p).
Los tratamientos consistieron en: 1) fertilización inicial con fosfato diamónico a la siembra (50 kg ha-1); 2) fertilización inicial con fosfato diamónico a la siembra (50 kg ha-1) seguido de una segunda fertilización en el estado fenológico V6 con fertilizante líquido Dualfos (50 l ha-1); 3) fertilización fosforada líquida a la siembra con Dualfos (100 l ha-1), 4) fertilización líquida a la siembra con Dualfos (100 l ha-1) seguido de una segunda fertilización en el estado fenológico V6 con fertilizante líquido Dualfos (50 l ha-1); 5) fertilización en el estado fenológico V6 con fertilizante líquido Dualfos (50 l ha-1) y 6) parcela testigo (sin aplicación de fósforo).
Para la aplicación de Dualfos se utilizó 100 l ha-1 de agua como vehículo, pulverizado con un equipo autónomo de presión constante, con botalón de 3 picos con pastillas de abanico plano distanciados a 52 cm. El ensayo se implantó sobre un suelo Arguidol acuertico.
Previo a la siembra se realizó un muestreo de suelo de 0 a 20 cm de profundidad, que indicó niveles de P disponible de 14,2 ppm, NO3 (42 ppm), pH (6,3) y MO (2,43%) (datos provistos por el laboratorio de suelos de INTA EEA Reconquista).
Se obtuvieron datos climáticos de la estación meteorológica de INTA EEA Reconquista ubicada a 500 metros del lugar en el que se realizaron los experimentos. Se determinó el rendimiento de granos por hectárea, corregido a 11 % de humedad. La campaña se caracterizó por una irregular distribución de precipitaciones.
Durante los meses de agosto, septiembre y diciembre se registraron bajos niveles de precipitaciones, mientras que durante octubre y noviembre la cantidad y distribución de lluvias fue buena (Figura 1), momento en el cual el cultivo se encontraba en período crítico (botón floral y plena floración). Por otro lado, en cuanto a las condiciones térmicas de la campaña 2011/12, la temperatura media no difirió del promedio histórico de la zona y las máximas ocurrieron durante el mes de diciembre (Figura 1).

Figura 1: Distribución de lluvias (barras verticales) y temperaturas máximas (Tº Max), medias (Tº Media) y mínima (Tº Min) desde el 1 de Agosto al 31 de Diciembre de 2011. La flecha indica el momento de la siembra del experimento.
Los rendimientos medios de los tratamientos con Dualfos fueron de 3.327, 3.254 y 3.231 kg ha-1 para los tratamientos de 100 litros a la siembra, 100 litros a la siembra con una refertilización de 50 litros en V6 y testigo más 50 litros en V6, respectivamente (Figura 2).

Figura 2: Rendimiento de girasol en función de los tratamientos aplicados durante la campaña 2011/12. Líneas verticales sobre las barras indican el desvío estándar.
Si bien no existieron diferencias significativas entre los tratamientos (p<0,162), el rendimiento medio con el uso de PDA (fosfato diamónico) fue levemente superior. Esto puede deberse a la fracción nitrogenada (amonio) dentro de la formulación del fertilizante. En conclusión, la fertilización con fósforo es necesaria no solo para incrementar el rendimiento sino como estrategia también para aumentar los niveles de P en suelo.
No deberían considerarse las prácticas de siembra sin aplicación de fertilizante fosforado ya que es posible una disminución en los rendimientos futuros (por la extracción del P en el suelo).
Por otro lado la fertilización en conjunto con otros elementos es recomendable ya que mejora la performance del cultivo (por ejemplo fósforo y nitrógeno). Si bien en este trabajo no se detectó un claro efecto mejorador de la fertilización líquida sobre el fertilizante habitualmente usado (fosfato diamónico); es esperable que lo sea con formulados más completos.
Las formulaciones líquidas que contengan fósforo, nitrógeno y algunos otros nutrientes pueden ser mejoradoras de los rendimientos de girasol en la zona Norte de Santa Fe.


