Durante el otoño, el panorama climático continuó evolucionando hacia el posible desarrollo de un episodio de “El Niño”, que podría traer precipitaciones superiores a lo normal en el este del área agrícola, durante la campaña agrícola en curso. Contrariamente, el oeste de la misma (NOA y Cuyo) podrían experimentar valores inferiores al promedio.

Paralelamente, se observa el desarrollo de una fase positiva de la Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO), consistente en un calentamiento de las porciones norte y ecuatorial de este Océano. Este fenómeno es de larga duración. Pasa unos 30 años en su fase negativa (la última se desarrolló entre mediados de la década de 1970 y mediados de la década de 200),   y otros 30 en su fase positiva, que se inició a mediados de la década de 2000 y podría extenderse hasta mediados de la década de 2030.

Estado hídrico del área agrícola

Como resultado de las precipitaciones ocurridas desde fines de Enero hasta casi fines de Mayo, la mayor parte del centro y el este del área agrícola registran fuertes excesos hídricos, y grandes extensiones con encharcamientos y anegamientos.

Esta situación determina que los bajos del centro y el este del área agrícola se encuentren en una situación de alta vulnerabilidad frente a la posible repetición de este tipo de fenómenos. En caso de que se concrete el desarrollo de un episodio de “El Niño” se correrá el peligro de que se produzcan inundaciones como las registradas en la primavera de 2012, las cuales llegaron a afectar a más de 11 millones de Has.

Invierno 2014

El invierno 2014 observará temperaturas máximas moderadas a bajas, aunque podrían registrarse lapsos cálidos prolongados. El este y el sur de del área agrícola argentina, la mayor parte del Paraguay y la mayor parte del Uruguay observarán precipitaciones abundantes, pudiendo registrarse tormentas  localizadas severas.

A comienzos de la estación, las tormentas cordilleranas alcanzarán gran intensidad, enviando vigorosas masas de aire polar, que causarán heladas intensas en la mayor parte del área agrícola, avanzando sobre la mayor parte del área agrícola de La Argentina y El Uruguay, y llegando  hasta el sur del Paraguay.

Primavera 2014

La primavera 2014 observará un incremento térmico temprano que comenzará a producir lapsos cálidos intensos desde el comienzo de la estación.

Las irrupciones de aire polar, provocadas por las tormentas cordilleranas, perderán fuerza en forma temprana, determinando que la temporada de heladas termine a fines de Octubre, en la mayor parte del área agrícola, aunque el Sudeste Bonaerense podría experimentar eventos tardíos hasta comienzos de Noviembre.

Verano 2015

El verano comenzará con precipitaciones abundantes, que extenderán a lo largo de Enero y Febrero. La mayor parte del área agrícola del Paraguay, el centro y el este de La Argentina y la mayor parte del Uruguay registrarán valores abundantes, pero su distribución temporal y espacial será aún más irregular que durante la primavera.

En caso de que, efectivamente se produzca la aparición de un “El Niño”, cabría esperar que las entradas de aire polar se atrasen, permitiendo que las precipitaciones se extiendan con fuerza durante la última parte del verano y hasta bien entrado el  otoño.

Conclusión

El posible desarrollo de un episodio de “El Niño” durante la campaña agrícola 2014/2015  puede considerarse probable, pero no es, por el momento, seguro, debiendo tenerse en cuenta que se trata de una temporada cuya evolución no se encuentra todavía completamente definida, y podría experimentar fuertes cambios.

Asimismo, debe hacerse notar que, si bien el desarrollo de un episodio de “El Niño” suele traer aparejados lluvias abundantes, a lo que se unen varios factores perturbadores, que  podrían hacer que su evolución sea acompañada por riesgos considerables, bajo la forma de tormentas severas, con granizo, vientos y aguaceros torrenciales, al mismo tiempo que se registrarán condiciones favorables para los ataques de plagas y enfermedades. Los campos bajos podrían resultar rápidamente anegados, con los consecuentes perjuicios.

Cabe insistir en que, las irregularidades exhibidas por el agroclima durante las últimas campañas agrícolas, tanto a nivel nacional como internacional, indican que no es prudente hacer cálculos exitistas, y que debe dejarse siempre un margen de seguridad en las proyecciones económicas y productivas que se realicen.

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