Evaluación de insecticidas para el control de Anticarsia gemmatalis Hubner en el cultivo de soja
Eduardo Cortés; Emiliano Morcos; Federico Venier
Anticarsia gemmatalis “isoca u oruga de las leguminosas” se encuentra dentro del complejo de defoliadoras que atacan al cultivo de soja en nuestra región, pero generalmente con menor incidencia que Rachiplusia nu “isoca medidora” principal defoliadora de este cultivo.
La campaña 2012-13 en nuestra zona se caracterizó por presentar escasos ataques de Rachiplusia nu e intensos ataques de Anticarsia.
La bibliografía indica que Anticarsia en la región pampeana inicia los ataques a fines de Febrero, Marzo y Abril, principalmente en lotes de segunda época de siembra (Aragón, et al. 2006)
La campaña pasada esta isoca presento un comportamiento diferente a otros años y no solo “llego” antes sino que tuvo dos “picos” de ataques muy importantes para nuestra zona, los cuales se produjeron, uno a mediados de enero y el otro a mediados de febrero.
Con respecto a esta isoca podemos decir que los adultos de Anticarsia son mariposas de hábito nocturno, de color marrón a azulado oscuro (Foto 1) y tiene gran capacidad de vuelo, migrando desde las áreas tropicales a las templadas a partir de la primavera.
La oruga de las leguminosas llega a medir de 35 a 40 mm de longitud y se presenta en dos formas: una de color verde intenso (Foto 2) y las otras de color oscuro a negro, con una serie de líneas blancas longitudinales y requieren 3 a 4 semanas para alcanzar su máximo desarrollo.
Foto 1 y 2. Adulto y larva de Anticarsia gemmatalis respectivamente

Fuente: Ing. Agr. Eduardo Cortés – INTA UEE San Francisco
Una larva llega a consumir entre 100 y 110 cm2 de hojas de soja, así mismo puede consumir total o parcialmente vainas, que aún no formaron granos o están en inicio de formación de los mismos.
Objetivo del ensayo
Generar información zonal respecto al comportamiento de distintos insecticidas para el control de isocas defoliadoras en el cultivo de soja.
Materiales y métodos
El ensayo se realizó en la localidad de San Francisco, sobre un lote de soja sembrado con el cultivar DM 5.9i, de la empresa Don Mario, el cual se encontraba al momento de la realización del mismo en V6 (vegetativo, 6 hojas verdaderas).
Al momento de la aplicación del ensayo se contaron 13 larvas de Anticarsia gemmatalis por metro lineal. Los tratamientos realizados se detallan en la tabla 1.
Se utilizó un diseño en bloques completos al azar con tres repeticiones, las parcelas fueron de 2,4 metros de ancho por 10 metros de largo. Las aplicaciones se realizaron con un equipo pulverizador a tracción manual y de presión constante provisto de 6 picos a 0,4 metros y pastillas cono hueco 80020 erogando un caudal de 116 litros por hectárea a una presión de 2,5 bares.
Se realizaron 5 evaluaciones de control respecto al testigo, a los 3, 7, 17, 24 y 30 días desde la aplicación (dda) de los distintos insecticidas.
Para las mismas se utilizo un paño vertical de 1 metro de largo y se realizaron 3 submuestras en cada repetición.
Tabla 1. Tratamientos realizados, formulaciones y dosis respectivas. Las dosis están determinadas en centímetros cúbicos o gramos de producto formulado por hectárea.

Las evaluaciones de control a los 3, 7, 17, 24 y 30 días fueron sometidas a análisis de varianza y las medias comparadas con el test DGC (Di Rienzo et al; 2002).
Referencias: Formul: formulación. CE: concentrado emulsionable; SC: solución
concentrada; OD: dispersión en aceite.
Grup quim insec: Grupo químico insecticida: Diam: Diamidas; Verme: Vermectinas;
Igr: reguladores de crecimiento; Neonic: neonicotinoides; Piret: Piretroides;
Fosf: Fosforados; Nat: natural. Fuente: Elaboración propia.
Resultados
En la figura 1, se presentan los resultados como porcentajes de control a los 3, 7 y 17, 24 y 30 dda de los mismos respecto del testigo sin aplicación.
Figura 1. Promedios de porcentaje de control a los 3, 17 y 24 y 30 días de aplicado los productos (dda). Los porcentajes de control de los tratamientos están relacionados con el valor del testigo de cada evaluación, por lo que el testigo siempre es cero.

En la figura 1 se aprecia que a los 3 dda de aplicación todos los productos presentaron muy buena performance de control dado posiblemente por la posición en la planta de Anticarsia (tercio superior).
A los 17 dda se produce el otro “pico” de nacimiento de Anticarsia (mediados de febrero), lo que determina a partir de esta evaluación diferencias de control marcadas entre los distintos productos.
A los 24 y 30 dda los controles de todos los productos presentan evolución negativa debido a los constantes nacimientos de Anticarsia.
Si bien es importante la evaluación de cada producto, lo es aún más la elección del grupo químico a utilizar, es por eso que los datos a continuación serán presentados por su grupo químico.
En la tabla 2, se observa el análisis estadístico del porcentaje de control de cada grupo químico evaluado, a los 3, 7, 17, 24 y 30 dda el ensayo.
Los valores de cada uno de los tratamientos se promediaron para obtener 3 submuestras y las mismas se analizaron estadísticamente. Los valores están relacionados con el número de isocas del testigo de cada evaluación (11, 12, 34, 35 y 28 isocas por metro lineal en los 3, 7, 17, 24 y 30 dda los productos).
Tabla 2. Porcentaje de control de los distintos grupos químicos utilizados en el ensayo.

El tratamiento 11 posee una mezcla de un piretroide más un fosforado, pero se agrupo dentro de los piretroides porque su comportamiento fue similar a modo de facilitar la lectura de los datos.
Se dividio a los porcentajes de control: Muy bueno: 80 a 90%; Bueno: 60 a 80%; Regular: 40 a 60%; Malo; 0 a 40%. Fuente: Elaboración propia.
En la tabla 2 se observan diferencias significativas entre distintos tratamientos. Evaluando los grupos se aprecia que:
- Las diamidas hasta los 17 dda de evaluados mantienen un control muy bueno, a los 24 dda de evaluados su performance es menor pero sigue siendo buena, para terminar a los 30 dda de manera buena a regular.
- En los IGR’s la performance es muy buena a buena hasta los 7 dda, disminuye y es buena hasta los 17 dda, para luego decaer su control en las últimas 2 evaluaciones (24 y 30 dda) desde regular a mala.
- Por último, en los piretroides se observa muy buen comportamiento hasta los 3 dda, pero luego su eficiencia decae desde regular a mala a partir de los 7 dda los productos.
Para comprender estos resultados debemos recordar los conceptos de modo de acción de cada grupo de insecticidas, los cuales se detallan a continuación (tabla 3).
Otro aspecto a tener en cuenta en la evaluación de los grupos químicos es el porcentaje de defoliación de cada uno. En la figura 2, se observa que la defoliación promedio al día de aplicar el ensayo era de un 15%.
Tabla 3. Modo de acción en la planta y en el insecto de los distintos grupos químicos de insecticidas más utilizados.

A los 17 dda los productos, los diferentes grupos químicos se diferenciaron respecto del testigo y entre ellos. Las diamidas presentaron la menor defoliación seguida de los piretroides y luego los IGR’s.
A los 30 dda, la defoliación sigue el mismo patrón de comportamiento entre los tratamientos y solo el testigo “disminuye” su defoliación por recomposición de hojas, pero la misma sigue siendo alta, al igual que la de los IGR’s.

Figura 2. Defoliación por grupos de insecticidas a los 0, 17 y 30 dda los productos.
Consideraciones finales
- Se encontraron diferencias entre los distintos tratamientos.
- Evaluando los mismos por su grupo químico, el grupo de las diamidas fue el que mejor performance tuvo, evidenciándose en los mayores porcentajes de control y en los menores porcentajes de defoliación.
- Se destaca el comportamiento del activo bifentrin para el control de esta isoca, el cual tuvo una performance diferencial respecto de los otros piretroides en el control de esta plaga, en concordancia con datos de otros ensayos.
Comentarios finales
La complejidad cada vez más alta del sistema nos hace recordar (o reaprender) que cada insecticida tiene un modo de acción (planta/insecto), persistencia y control, los cuales pueden variar y que esa variación está sujeta a muchos factores.
Por lo tanto, la elección del producto a utilizar no solo dependerá del precio, sino del cultivo presente y del estadio del mismo al momento de decidir la aplicación, el tipo de plaga que queramos controlar, la población existente (determinada por monitoreo) y la futura (ayudada por trampas de luz), su comportamiento en ese momento (determinado por los monitoreos a campo) y las condiciones climáticas presentes y por venir.
De esta manera podremos eficientizar nuestra producción, bajando los costos del cultivo y buscando tener el menor efecto negativo para con el ambiente y sus componentes.
Bibliografía
Di Rienzo, J.A; Guzmán A.W.; Casanoves F. 2002. A multiple-comparisons method based on the distribution of the root node distance of a binary tree. Journal of Agricultural, Biological and Environmental Statistics 7 (2): 129-142.
Aragón, J. 2002. Insectos Perjudiciales de la Soja. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Est. Exp. Agropecuaria Marcos Juárez. Revista de Información sobre Investigación y Desarrollo Agropecuario (IDIA XXI). Nº 3, Oleaginosas, Sección Soja. Páginas: 75 - 82.
Agradecimiento: a Ing. Agr. Martín Monzoni por permitirnos realizar el ensayo en su explotación. A las empresas que nos cedieron los productos para realizar el ensayo.


