Girasol ¿Se puede mejorar el rendimiento con la utilización de bacterias?

Ing. Agr. M.Sc. Luis Ventimiglia Lic. Econ. Agr. Lisandro Torrens Baudrix

La utilización de diferentes microorganismos en los cultivos extensivos de la Argentina va creciendo muy lentamente. Se estima, a excepción de la soja, que entre el 5 al 10 % de los lotes destinados a producción, son inoculados con microorganismos llamados promotores de crecimiento. Esta baja uti lización puede obedecer a múltiples factores, entre los que podemos mencionar: desconocimiento de la técnica, desconfianza en los resultados, no estar dispuesto a asumir un mayor trabajo, comparaciones erróneas, etc.

El uso de microorganismos en cultivos extensivos no es nuevo, y las ventajas que presentan a la hora de evaluar el rendimiento físico y más aún el económico, son notables. Es por esto que aún resulta poco entendible porqué no se utilizan masivamente en la agricultura extensiva. Otra cosa interesante, es que estos productos, están catalogados como no contaminantes y no competitivos con el resto de la microflora del suelo. Por esta razón, podríamos en consecuencia l lamarlos „productos verdes‰.

La Agencia INTA 9 de Julio viene trabajando en este tema desde inicios de la década del 80, con resultados muy interesantes en todos los cultivos que se realizan en la zona. Algunos de ellos, por ocupar una menor superficie y no demandar el productor y los técnicos mucha información, han quedado en consecuencia más relegados. Dentro de este grupo encontramos al girasol. Si bien INTA dispone de información, generada en otros años, esta es muy poca respecto a la obtenida para trigo, cebada, maíz, etc.

Por lo expuesto, en la campaña 2012/13, se realizaron tres experiencias en girasol, las cuales pretendieron verificar el comportamiento del Azospirillum brasilensis, Peudomonas fluorescens y la combinación de ambos microorganismos.

Los ensayos se condujeron en el establecimiento „La Juana‰, propiedad de la Flia Ortiz-Ranzatto, en las proximidades del paraje La Central, próximo a la estación Bacacay, partido de 9 de Julio. El suelo donde se implantó el ensayo es de muy buena calidad, presentando a la siembra más de 15 ppm de fósforo asimi lable en los primeros 20 cm de profundidad y un contenido de materia orgánica de 2,8 %. Las experiencias se sembraron el 6 de noviembre con siembra directa, empleándose el híbrido SYN 4070 CL. La densidad de siembra se ajustó a 57.000 semillas por hectárea. Cada unidad experimental contó con 5 surcos de 7 metros de largo. El diseño empleado fue en bloques al azar con 4 repeticiones. Los productos probados eran experimentales, respondiendo el Azospirillum brasilensis a la cepa AZ 39 y la Pseudomonas fluorescens a la cepa PFFA1.

Los ensayos se mantuvieron siempre libres de malezas y plagas insectiles. Se establecieron 3 ensayos, en todos los casos se dispuso de un tratamiento testigo absoluto, y otro fertilizado con 50 kg/ha de fosfato monoamónico, aplicado al costado y debajo de la línea de siembra, 100 kg/ha de urea y 50 kg/ha de sulfato de calcio. Estos dos últimos fertilizantes se aplicaron al voleo en cobertura total, inmediatamente después de la siembra.

Primer Ensayo: Efecto del Azospirillum brasilensis

El mismo contó con los siguientes tratamientos:

1.- Testigo absoluto

2.- Fertil izado con N + P + S

3.- Fertil izado con N + P + S + 10 cc/kg de semil la de Azospirillum

4.- Fertil izado con N + P + S + 13 cc/kg de semil la de Azospirillum

5.- Fertil izado con N + P + S + 16 cc/kg de semil la de Azospirillum

En el gráfico 1 se presenta el rendimiento obtenido para el ensayo que contempló el uso de Azospirillum en diferentes dosis. Estadísticamente se aprecia que los tratamientos que aportaron las bacterias, no se diferenciaron por la dosis uti lizada y sí lo hicieron del tratamiento fertilizado sin bacteria y del testigo absoluto, mientras que estos dos últimos no se diferenciaron entre sí .

En el cuadro 1, se presentan las diferencias entre los tratamientos, tanto en valores absolutos como en porcentuales. Se aprecia en el mismo, que el fertilizante solo (T2), aportó al rendimiento solamente 90 kg/ha extra, ahora bien, cuando este se combinó con el Azospirillum, el efecto de los microorganismos permitió alcanzar incrementos de rendimiento entre 15 y 19 %.

Gráfico 1: Rendimiento (kg/ha)

Cuadro 1: Rendimiento (kg/ha) y diferencias (kg/ha) y (%), sobre el testigo absoluto y el testigo fertilizado

Segundo ensayo: Efecto de Pseudomonas fluorescens

El mismo ensayo fue realizado para la prueba de Pseudomonas, en este caso también se utilizó el mismo testigo y el mismo tratamiento fertilizado, el resto de los tratamientos llevaron la misma fertilización, pero adicionaron los tratamiento 3, 4 y 5, cantidades diferentes de Pseuomonas, a saber: 10 cc, 13 cc y 16 cc/kg de semillas, respectivamente. En el cuadro 2 se presentan los resultados obtenidos. Se destaca que no se encontraron diferencias estadísticas entre los tratamientos ensayados, en tanto que en valores absolutos, la aplicación de las bacterias mejoraron algo más de un quintal el rendimiento de girasol, no presentándose variación en el rendimiento por la utilización de diferentes dosis de Pseudomonas.

Cuadro 2: Rendimiento (kg/ha) y diferencias (kg/ha) y (%), sobre el testigo absoluto y el testigo fertilizado

Tercer ensayo: Efecto de Azospirillum y Pseudomonas

En este caso se utilizó una dosis única de Pseudomonas (10 cc/kg de semilla) variándose la dosis de Azospirillum, de la misma manera que en el ensayo 1, es decir que se probaron 10 – 13 y 16 cc/kg de semillas. En todos los casos se fertilizó de la misma manera que la experiencia 1 y se contó con los dos testigos, el absoluto y el de fertilización. En el gráfico 2 y en el cuadro 3 se presentan los resultados obtenidos:

Gráfico 2: Rendimiento (kg/ha), por la aplicación de Azospirillum y Pseudomonas

Cuadro 3: Rendimiento (kg/ha) y diferencias (kg/ha) y (%), sobre el testigo absoluto y el testigo fertilizado

Del gráfico 2 se aprecia que la acción de los microorganismos produjo un incremento muy significativo de rendimiento, lo cual queda reflejado en el cuadro 3. En este caso, la acción de las bacterias incrementó el rendimiento entre 22 y 23 %.

No quedarían muchas dudas que la acción más relevante fue la del Azospirillum, (por lo visto en los ensayos 1 y 2), si bien en este caso se lograron, en valores absolutos, rendimientos algo superiores al ensayo 1 (efecto aditivo). Las dosis de Azospirillum parecerían no haber jugado, dado que entre dosis no se establecieron diferencias.

De los dos microorganismos probados, Pseudomonas tuvo poco efecto. Esto puede deberse a la buena disponibilidad de fósforo que el suelo presentaba. Recordemos que esta bacteria tiene su principal efecto en la solubilización de fósforo, en tanto que el Azospirillum tiene múltiples acciones.

Los resultados encontrados en esta experiencia son muy importantes. Esto no quiere decir de ninguna manera que las respuestas siempre van a ser de este tenor, lo que es claro, por una gran cantidad de ensayos realizados por profesionales de esta Unidad, como por otros experimentadores, es que la utilización de microorganismos benéficos en la agricultura, es una técnica que no debería dejarse de lado, dado que permite mejoras sustanciales en el rendimiento y en general su costo de aplicación es sumamente bajo, en este caso el mismo, cuando se utilizaron las dos bacterias, no superó los 30 kg/ha de girasol.

Debe destacarse también que los valores de aceite, para todos los tratamientos y ensayos realizados, no sufrieron mayores variaciones en valores porcentuales, encontrándose en todos los casos en valores superiores al 50 % de materia grasa.

Agradecimiento:

Los autores agradecen a los propietarios del establecimiento „La Juana‰, Sra. Soledad Ortiz y Sr. Pablo Ranzatto, por la colaboración recibida para llevar adelante la misma.

Fuente: INTA