CEK no es Cristina Elisabet Kirchner, sino un avión Airbus 340 de Aerolíneas Argentinas, incorporado a la flota durante la gestión de la actual presidenta. No es un avión nuevo. Tiene más de 18 años en servicio y antes volaba para Air Mauritius, la aerolínea de las islas que están bastante cerca de las Seychelles. Cuando llegó a la flota de AA se le dio matrícula argentina. ¿Las mismas iniciales que la Presidenta, por casualidad, en un registro que maneja el Gobierno?
Podría ser. Si no fuera que el siguiente Airbus 340 recibió la matrícula argentina FPV cuando se sumó hace meses a Aerolíneas, tras 16 años en servicio.
El CEK tuvo el 14 de octubre un incidente al aterrizar en Ezeiza. Su cola raspó la pista y la nave fue a reparaciones. Las matrículas argentinas son precedidas por LV, de manera que los Airbus bastante usados incorporados como novedad son los LV-CEK y LV-FPV, pero en general son mentados en la actividad por las tres últimas letras. Y muchas veces, por algún apodo.
El manejo de las matrículas para que aparezcan siglas gratas al Gobierno es una muestra más de una administración que a todo quiere ponerle su impronta.
La economía argentina necesita unas cuantas reparaciones. Quienes hablan con los médicos que atienden a la Presidenta dicen que los profesionales la ven más calma y la imaginan retornando más alejada del frenesí de la gestión diaria, delegando y con un ánimo mucho más sereno. No sería la primera vez que Cristina Kirchner crea esa imagen y luego vuelve con todo su ímpetu y con el "vamos por todo" en los labios.
Quienes creían que podía sobrevenir un manejo más moderado de la economía quedaron paralizados por el fallo de la Corte contra el Grupo Clarín. Y por las actitudes posteriores del Gobierno, que tienen, como los dos Airbus, el sello inconfundible del cristinismo combativo.
Muchos creían que si el cristinismo admitía su derrota electoral y colaboraba con una transición ordenada tendría ayuda del mercado para lograrlo. Si la actual administración no profundiza sus errores y se avizora una más razonable desde 2015, muchos se apurarán a invertir, porque los activos locales están baratos. Aparentemente eso estuvo pasando en la Bolsa, sobre todo luego de las PASO.
Pero todo se terminó. El Gobierno ha vuelto a ser lo que siempre fue. Y muchos empresarios e inversores piensan que tiene a la Corte de su lado.
Una salida más o menos razonable al desbarajuste cambiario sería el desdoblamiento del mercado, con múltiples paridades. El esquema es un horror, varias veces experimentado para mal en la Argentina. Pero el consenso incluso en la oposición es que sería mejor que lo que hoy se ve. Incluso para sacar del ahogo a las economías regionales.
El oficialismo perdió siete puntos porcentuales respecto de las elecciones de 2011 en las cinco provincias más pobladas. En las 19 restantes perdió diez. Creen en la City que es el impacto de la falta de competitividad de las economías regionales.
¿Será la solución? ¿O será más cepo, más restricciones y más Moreno? No faltan en el sector financiero los que creen que sólo Cristina Kirchner, vuelta a la actividad plena o parcialmente, puede zanjar las internas entre los funcionarios del área económica.
Moreno continuó presionando para que las multinacionales traigan fondos del exterior a través del Baade y asegurando que el Banco Nación les pagará un dólar superior a la paridad oficial. "No creo que Juan Carlos Fábrega [presidente del Nación] vaya a firmar algo que dañaría el patrimonio de la entidad y pueda llevarlo a la cárcel", dijo un ejecutivo, que agregó: "Tampoco va a firmarlo ningún miembro de una multinacional si le causa pérdidas, porque también pueden ir presos".
Las compañías tienen, en muchos casos, prohibiciones de comprar títulos de países que no tienen la categoría de investment grade. La Argentina está muy lejos de eso.
La ilusión de que el cristinismo puede abandonar sus marcas de fábrica duró poco. El fallo de la Corte dice que la ley de medios está bien con un órgano de control independiente, sin uso de la pauta oficial para domesticar y muchas otras condiciones que no existen. Si a la Presidenta le gustara la serie The Big Bang Theory en lugar de Game of Thrones , podría haber escuchado el chiste según el cual un granjero que tenía gallinas que no ponían huevos acude a un físico para que lo ayude. Luego de varios cálculos el físico dice: "Tengo la solución, pero sólo funciona con gallinas esféricas flotando en el vacío".
El aterrizaje suave y la transición ordenada requieren que Cristina no sea tan Cristina.


