El sorpresivo anuncio de la implementación de una moratoria por parte de la AFIP y sumado al incremento del 20% de los impuestos a los paquetes turísticos y a las compras en el exterior tendrá algún efecto fiscal aunque, -seamos sinceros- no demasiado importante. Uno se implementa en un momento de estrechez económica, donde las moratorias no tienen mucho éxito y el otro, luego del verano, que es la temporada cuando se realizan más gastos en viajes.

Es decir que, tiene beneficios fiscales, pero no son significativos para el programa de recaudación que tiene la AFIP para el año 2013.

De todas maneras, las estas nuevas medidas anunciadas por el titular de la AFIP parecieran ser las primeras de una serie destinadas a fortalecer el flanco fiscal. No es que yo tenga información secreta, sino que -a juzgar por los números- Etchegaray tiene un nuevo enemigo, no buscado y no voluntario, que es Guillermo Moreno.

Recaudación e inflación

La recaudación del año pasado creció un 25%, exactamente igual a lo que fue la inflación anual con un crecimiento casi nulo de la economía. Por lo tanto, más allá de algunas diferencias mayores en la recaudación, por ejemplo las subas en ganancias por los pagos de la IV categoría, la inflación explica casi todo el crecimiento de la recaudación.

El asunto es que el congelamiento de precios en supermercados que Guillermo Moreno implementó -en principio- por solo dos meses, amenaza con extenderse. Esta situación hace que los precios no suban y, por lo tanto, la recaudación de IVA tampoco lo haga. La única apuesta es que la cantidad de productos que se vendan se incremente, cuestión que no está pasando.

Por lo tanto, a medida que el congelamiento se sostenga en el tiempo, sus consecuencias se verán reflejadas en que la recaudación del IVA no va a ir creciendo.

La recaudación del mes de febrero mostró una recuperación a los magros resultados de enero. Luego de un crecimiento del 24%, retomó la senda del 28% de crecimiento interanual.

Uno de los factores a seguir es el IVA, ya que es el impuesto que mejor refleja el nivel de actividad económica y la evolución de los precios. Cada vez que se efectúa una compra de una gaseosa, por ejemplo, se paga el 21% de IVA. Por lo tanto si se venden 2 gaseosas en lugar de una, se ve reflejado inmediatamente en que se duplica lo recaudado. También se refleja, si se vende una sola gaseosa pero a un precio más elevado.

El IVA se divide entre IVA DGI, es decir el que se recauda internamente y DGA es decir aduana, por lo que se vincula a la importación. Por lo tanto, observar cómo va esta recaudación es una aproximación de cómo se desarrolla la economía, tanto lo referido a la inflación como a la importación.

El 2012

Durante el año 2012 la recaudación del IVA creció un 23% resultado de un incremento del 33% en IVA DGI y tan solo un 3% del IVA DGA. Esto mostró que la actividad económica fue más dinámica, con un crecimiento importante mezcla de la inflación y mayor venta interna de productos locales que reemplazan a productos importados. Por otro lado el ínfimo crecimiento del 3% de aduana, muestra el cierre de la economía durante ese año.

Pero comenzó el 2013 y la situación ya cambió

Durante los dos primeros meses del año la recaudación del IVA bajó al 26% en enero y mejoró al 32% en febrero. Sin embargo la composición interna se modificó. El crecimiento del IVA DGI fue tan solo del 20 y 27% respectivamente, mientras que el DGA creció 33% y 57% respectivamente.

Este cambio refleja cómo el gobierno ha debido liberar las importaciones para poder mantener el nivel de actividad económica, dado que el congelamiento de precios empieza a disminuir su potencia y actividad.

Es decir que el nivel de recaudación de IVA viene por debajo del año pasado, pero sostenido por las importaciones, que afectan la disponibilidad de dólares y, si Moreno decide cerrar las importaciones y congelar los precios por más tiempo, necesariamente la recaudación sentirá un bajón importante.

La meta de Etchegaray es llegar a una recaudación de 850.000 millones de pesos, un 25% más que el año 2012. Los dos primeros meses están en línea con esta meta, pero sostenida con el creciente déficit comercial.

Déficit comercial y reservas

Como las reservas siguen cayendo, el superávit comercial no debería seguir el mismo camino porque es la principal entrada de dólares al sistema. Los próximos tres meses, desde abril hasta junio deberían ser los de mayor ingreso de dólares por las exportaciones de soja. Esto implica que las importaciones pueden subir, pero difícilmente al ritmo de enero y febrero.

Por lo tanto, el gobierno va a tener que ir regulando si abre o cierra las importaciones en función de la necesidad de dólares y de recaudación. El seguimiento de la recaudación del IVA se va a convertir en una variable a seguir. Si su recaudación sigue dinámica, significará que el congelamiento no está siendo general.

La última incógnita se verá en la recaudación de ganancias, que reflejará que el año 2012 fue más complicado que el anterior y, por lo tanto, con menor porcentaje de crecimiento. Marzo va a ser clave para ver la tendencia de la recaudación, pero es claro que el éxito de Etchegaray depende -en gran medida- del fracaso de Moreno en congelar precios y en frenar importaciones. Mientras más logros alcance Moreno, más problemas habrá para Etchegaray.