El acuerdo de precios con supermercados y cadenas de electrodomésticos se extendería hasta después de las elecciones de octubre. Así lo señaló Yolanda Durán, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrollo Argentino y países del sudeste Asiático (CEDEAPSA).
"Moreno nos dijo que van a estirar el congelamiento hasta después de las elecciones", señaló en diálogo con Infobae y contó detalles de la última reunión mantenida con el secretario de Comercio Interior el viernes pasado.
“Nos dijo que el acuerdo (de precios) iba bien y que se iba a extender hasta después de las elecciones; también nos contó la idea de la tarjeta única", agregó.
La titular de CEDEAPSA manifestó su "beneplácito" con respecto a la implementación tanto de la prórroga de los acuerdos de precios como así con un plástico exclusivo para poder "estar en igualdad de condiciones con los hipermercados" y agregó que “para nosotros implementar la tarjeta es fantástico. Creemos que nos pone en igualdad de condiciones con los grandes supermercados", añadió.
Este congelamiento surgió de un acuerdo entre el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y los representantes de las principales cadenas de supermercados, al que luego se sumaron las cadenas de electrodomésticos, que se puso en práctica el primero de febrero.
Moreno mantiene reuniones permanentes con el sector supermercadista en las que redobla la presión para que se mantengan los precios. En este contexto, las cadenas plantearon el problema que suponen los costos. Una primera solución planteada por el Secretario fue indicarles que eliminen las campañas publicitarias (principalmente concentradas en los grandes medios de difusión).

El resultado fue que la imposibilidad de publicar avisos terminó afectando en parte las ventas de los supermercados, en algunos casos de manera significativa, según sostienen en fuentes del sector.
¿Para qué se creó la nueva tarjeta de crédito denominada Súper Card?
Moreno planteó la posibilidad de implementar una nueva tarjeta de crédito destinada al consumo en supermercados, que sería emitida por el Banco Nación. La clave del proyecto es que les cobraría apenas un 1% de comisión a los comerciantes, mientras que las tarjetas comunes, como Visa o Master Card, cobran el 3%.
La propuesta despertó la polémica y también las críticas de sectores opositores al Gobierno nacional. El presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger, calificó la propuesta como “una locura" y afirmó que para mantener el poder adquisitivo de los consumidores "la solución no es bajar la competencia" en el sector de las tarjetas de crédito.
En tanto, referentes de la agrupación Barrios de Pie afirmaron que "no está claro para qué les va a servir a los consumidores de productos alimenticios" la tarjeta de crédito única, al advertir que en los barrios más humildes ese medio de pago es una "herramienta rara" ya que "es mucho más común la libreta del almacenero".
Por la masividad que tendría la Súper Card su implementación llevará su tiempo dado que la tarjeta sería un emprendimiento conjunto de los principales cadenas de supermercados a los cuales se buscaría sumar los comercios que venden electrodomésticos. Otra duda es si la Súper Card conviviría, o no, con las tarjetas propias que hoy ya tienen los supermercados, según publicó Ambito.com

Lo que sí está definido es que la Súper Card es excluyente, es decir los supermercados y comercios de electrodomésticos no venderían con tarjetas emitidas por los bancos. Esta exclusividad de Súper Card despierta temor en medios del sector por el impacto negativo que una transición de esta naturaleza pueda tener en el consumo.
El gobierno siempre privilegió el consumo interno y por tanto resulta al menos extraño que se impulsen iniciativas que en la práctica podrían terminar afectando las ventas.
Los industriales argumentan que hace tiempo que ellos están bajo el control del área de Comercio y, deslizan, que las cadenas de hipermercados "ponían algunos productos a los precios que les pedía Moreno y con el resto hacían lo que querían". En el total anonimato, un importante industrial de la alimentación comentaba que uno de sus productos farináceos lo vende a las grandes cadenas a $2,50 y al público llega a $ 7: "un margen del 155%", se queja.
Lo cierto es que los supermercadistas se comprometieron a mantener los precios congelados pero en la propia Casa Rosada, funcionarios muestran ejemplos de que no se cumple: "de una semana a la otra el mismo producto (yogurt) en el mismo supermercado subió un 55%" dicen. En un primer momento se pensó en implementar medidas más drásticas para aquellos que incumplían el acuerdo aplicando la Ley de Abastecimiento.
El director y vocero de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas de la República Argentina, Miguel Calvete, dijo que "este proyecto aún deberá someterse a las reglas del mercado porque si no se es cuidadoso puede terminar siendo peor el remedio que la enfermedad, dado que actualmente existen muchos medios de pago que son utilizados por el 80% de los argentinos y que entregan una serie de beneficios que no pueden ser cercenados", advirtió el titular de la entidad.


